Se retira el “Rascacielos” pinareño
El estelar lanzador cubano Pedro Luis Lazo, conocido popularmente como el “Rascacielos” pinareño, confirmó su retiro del deporte activo, luego del duro bregar en los campeonatos nacionales.
«Ya son 20 años, es bastante tiempo, se le debe dar oportunidad a los jóvenes», afirmó Lazo en una entrevista concedida al diario Granma.
El serpentinero, de 37 años de edad y doble campeón olímpico, prefiere dejar el montículo antes de perder facultades y que sus envíos comiencen a ser bateados con facilidad.
«El retiro debe verse como algo normal. Tiene que pasar un día y hay que saber enfrentarlo, pero es triste. Imagínate, son 20 años en el béisbol. Va a ser duro tener a todos mis compañeros cerquita y saber que no voy a pitchear», aseveró.
Lazo, el lanzador cubano con más victorias en los campeonatos nacionales (257), no quiere que lo consideren como el mejor pitcher de este país en toda su historia.
No, hay otros como Rogelio García, Braudilio Vinent, Jorge Luis Valdés que, para mí, fueron mejores. Es un error pensar que el que más triunfa es superior, reconoció.
Dueño de una temible recta y una soberbia sliders, el astro admitió que le gusta más trabajar de relevo, en situaciones difíciles y con el estadio lleno.
Además, confesó que recuerda con mucho cariño la victoria decisiva en los Juegos Olímpicos de Atlanta-1996.
«Todavía era un novato y fui el ganador del último juego, en la discusión de la medalla de oro», afirmó.
Lazo, quien apadrina el hogar de niños sin amparo filiar de Pinar del Río, adelantó que ahora se dedicará a enseñar a los infantes.
Algunas estadísticas de Lazo
Pedro Luis Lazo Iglesias (1973) debutó en la XXX Serie Nacional (1990-1991) con el equipo Forestales.
En 1991 integró el elenco que participó en el Campeonato Mundial Juvenil.
Desde 1995 formó parte de la Selección Nacional, con la cual asistió a los torneos más importantes del orbe.
Con 2 426 ponches, es el segundo de por vida en ese departamento, superado únicamente por su coterráneo Rogelio García (2 499).
Es el lanzador más destacado de los play off cubanos, en los que acumula 29 victorias, siete juegos salvados y 311 ponches en 402,2 innings.
Posee el récord de más juegos ganados en Series Nacionales, con 257.
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Gano San Francisco la Serie Mundial
AP
Edgar Rentería sentenció otra Serie Mundial con un batazo enorme, esta vez un jonrón de tres carreras en la séptima entrada que le dio a los Gigantes su primer campeonato desde que en 1958 se mudaron a San Francisco.
El jonrón del campocorto colombiano por el jardín central y derecho estableció la diferencia en la victoria 3-1 sobre los Rangers de Texas el lunes, en un vibrante duelo de lanzadores entre Tim Lincecum y Cliff Lee. Lincecum derrotó por segunda vez en la serie a Lee.
Brian Wilson ponchó a Nelson Cruz para sacar el último out.
San Francisco liquidó la serie 4-1 en el corazón de Texas, sin necesidad de llevar de vuelta el Clásico de Otoño al norte de California.
Como franquicia, los Gigantes no se consagraban desde que en 1954 superaron a Cleveland. Entonces, Willie Mays y compañía tenían su feudo en el Polo Grounds de Nueva York.
Lo que luminarias como Barry Bonds, Juan Marichal, Orlando Cepeda y Felipe Alou no pudieron conseguir con el uniforme de los Gigantes, fue conseguido en 2010 por un reparto diverso de protagonistas.
Su receta fue el pitcheo dominante de una rotación de abridores que fue formada por ellos, con Lincecum, Matt Cain, Jonathan Sánchez y Madison Bumgarner.
Bajo la dirección de un manager Bruce Bochy que en el curso de la postemporada casi siempre atinó con sus cambios, San Francisco emergió campeón con gente inesperada como el rejuvenecido Rentería, quien hace apenas un mes estaba a maltraer por las lesiones.
Además, Cody Ross llegó al equipo en agosto tras ser dejado en libertad por Florida y acabó con una cosecha de cinco jonrones en la postemporada. La irrupción del catcher novato Buster Posey a fines de mayo hizo despertar al equipo que casi toda la campaña estuvo persiguiendo a San Diego en su división. El puertorriqueño Andrés Torres apareció de la nada para ser la bujía como primer bate y el jardinero central. ¿Y qué decir del oportuno bateo del infielder dominicano Juan Uribe?
Lincecum y Lee respondieron al clamor por un duelo de pitcheo y lo que ofrecieron fue un verdadero recital. Fenomenal: ningún corredor logró llegar a la segunda base en los primeros seis innings.
Pero el zurdo Lee fue el primero que parpadeó, tal vez al perder fuerzas.
Ross y Uribe abrieron el séptimo con sencillos consecutivos al central. Un toque de sacrificio de Aubrey Huff les permitió avanzar. Lee logró ponchar a Pat Burrell, cuando el designado de los Gigantes abanicó la brisa en cuenta de 3-2.
Acto seguido, Rentería vino a batear y compró una recta en dos bolas sin strikes, mandando la pelota una distancia de 397 pies. Lee reaccionó dandole un puñetazo a su guante, mientras que Ross desde la antesala levantaba los brazos en celebración.
Un jonrón del dominicano Cruz en la baja del séptimo produjo la solitaria carrera de los Rangers, que sucumbieron en su primera presentación en una Serie Mundial.
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