Por RAFAEL ROFES PEREZ
Sí, anoche tuve un sueño muy sensacional, parafraseando el título de aquella canción del grupo español Los Pasos, que como sueño en fin tuvo su por ciento de ficción y otro tanto de realidad, y ambas situaciones me hicieron ver en mi letargo a un considerable número de peloteros cubanos jugando en las Grandes Ligas.
Fue un sueño que me remontó a épocas pasadas, cuando el béisbol de nuestra querida Isla gozaba de una salud envidiable, y en él no pude razonar que hoy en día es República Dominicana la nación que más jugadores aporta a esa pelota, seguía siendo Cuba, como siempre fue tiempos atrás.
Pero pude disfrutar plenamente en ese sueño muchas cosas interesantes. La primera, que en los 30 equipos de Grandes Ligas, había peloteros cubanos, que no habían restricciones para que ellos pudieran actuar en Estados Unidos, que muchos de ellos eran líderes indiscutibles en sus respectivas novenas y que por estos motivos Cuba fue campeona en los dos Clásicos Mundiales efectuados.
Pero en este sueño no estaban los peloteros que hoy juegan o jugaron en otras temporadas, fue curioso ese detalle, quizás porque por mi mente siempre ha corrido el “bichito” sobre mi convencimiento de que muchos con calidad que solo actuaron en Cuba, bien hubieran brillado también en territorio gringo.
Estoy segurísimo que muchos nombres se me quedaron por recordar en ese sueño beisbolero, pero lo más importante es que pudo haber sido realidad, si no fuera por las trabas que los privan de este derecho desde hace mas de 50 años…
Pero miren dónde vi a algunos de ellos.
Orioles de Baltimore: Pedro Medina y Alexander Ramos.
Medias Rojas de Boston: Rogelio García, José Modesto Darcourt y Miguel Caldés.
Yankees de Nueva York: Víctor Mesa, Luis Giraldo Casanova, Germán Mesa, Omar Linares y Braudilio Vinent.
Tampa Bay: Albertico Martínez, Leonel Moa y Norge Luis Vera.
Azulejos de Toronto: Agustín Marquetti, Eduardo Paret y Oscar Macías.
Medias Blancas de Chicago: Juan Luis Baró y Sergio Quesada.
Indios de Clevelend: Ariel Pestano, Agustín Lescaille y Evenecer Godínez.
Tigres de Detroit: Roger Machado y Alejo O’Reilly., Gabriel Pierre y Lázaro Santana.
Reales de Kansas City: Osvaldo Arias, Pedro Jova y Lázaro Junco.
Mellizos de Minnesota: Pedro Cruz, Giraldo González y Oscar Machado.
Angels de Los Angeles: Juan Castro y Julio Germán Fernández.
Atléticos de Oakland: Rolando Meriño y Wilfredo Sánchez.
Marineros de Seattle: Orestes Kindelán y Eduardo Cárdenas.
Rangers de Texas: Ernudis Poulot, Armando Capiró y Amado Zamora.
Bravos de Atlanta: Antonio Muñoz, Antonio Pacheco, Lázaro Vargas y Félix Pino.
Marlins de Miami: Lourdes Gourriell, Fernando Sánchez y Alexander Malleta.
Mets de Nueva York: Pedro José Rodríguez y José Riveira.
Phillies de Philadelphia: Alfonso Urquiola, Romelio Martínez y Pablo Miguel Abréu.
Nacionales de Washington: Fernando Hernández y Lázaro Madera.
Cachorros de Chicago: Mario Negrete y Jorge Luis Valdés.
Rojos de Cincinnati: Reinaldo Fernández, Julio Romero y Orestes González.
Cerveceros de Milwaukee: Angel Leocadio Díaz y Maximiliano Gutiérrez.
Astros de Houston: Lázaro Contreras y José Ramón Riscart.
Piratas de Pittsburgh: José Ramón Riscart, Luis Tissert y Porfirio Pérez.
Cardenales de ST. Louis: Rey Vicente Anglada, Jesús Guerra y Juan Carlos Oliva.
Diamondbacks de Arizona: Javier Méndez y Leonardo Goire.
Rockies de Colorado: Juan Padilla, Jesús Bosmenier y José Estrada.
Dodgers de Los Angeles: Omar Carrero, Faustino Corrales y Pedro Luis Lazo.
Padres de San Diego: Eddy Rojas, Fausto Alvarez, Mario Véliz y Oscarito Romero.
Gigantes de San Francisco: Omar Ajete y Gaspar Legón.
Coincido con usted, Sr, Rofes, yo también creo que muchos de los que usted menciona pudieron haber hecho el grado en las Mayores y algunos de ellos hasta hubieran sido estrellas. Ojalá que los de la nueva generación no se queden en el "hubieran sido".
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