Por RAFAEL ROFES PEREZ
Sí, amigos. La labor del capitalino Bárbaro Cañizares en la temporada mexicana con los Yaquis de Obregón ha sido espectacular, por decirlo de alguna manera, además de constituir pieza clave en los éxitos de esa novena a pocos días de cerrar sus cortinas la etapa preliminar de tan importante liga beisbolera.
El espigado primera base de 32 años se encuentra en excelente forma deportiva, y no porque lo diga yo, lo dicen sus sobresalientes estadísticas con el madero, indicador que refleja fehacientemente como un espejo la labor detallada de todo deportista.
El Caña acaba de implantar hace unos días la supremacía de más vuelacercas por un jugador con la selección de los Yaquis, con un total de 20, frente a los envíos del experimentado Rodrigo López, superando así la del toletero Jim Lemon (19), que regía desde la temporada 1955-1956.
Hablando de sus guarismos ofensivos, además de comandar a los jonroneros de esa Liga, marcha octavo entre los mejores en promedio ofensivo, con average de 307, producto de 70 indiscutibles en 228 comparecencias al rectángulo de bateo, de ellos 9 dobles, con 55 impulsadas y formidable slugging de 610.
Nada, que está en condiciones de seguir “dando palos” y ojalá alguna organización de Grandes Ligas le eche el ojo de verdad y pueda continuar con ese brillo en el mejor béisbol del mundo, porque créanme y lo digo con justeza, que algunos con menos potencialidades que él están ahí, pero así es la vida…
También no es menos cierto que para jugar en la Gran Carpa hay que tener calidad probada sobre el terreno, pero añado que la suerte juega muchas otras veces su rol protagónico, ¿no creen?
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