Por RAFAEL ROFES PEREZ
Hace pocos días comenté acerca de Dayán Viciedo y su
alentadora progresión con los Medias Blancas de Chicago. Pues bien, complazco
una vez más a varios lectores de mi Pasaje, entre ellos a uno de los más fieles
admiradores del remediano, Néstor Hernández, quien me ha pedido encarecidamente
hable más de su ídolo, quien para
beneplácito de sus seguidores va de menos a más en esta aún joven temporada de
las Grandes Ligas.
Pues bien, el corpulento jardinero del principal equipo de
la Ciudad de los Vientos bateó este
viernes de 3-2, con dos impulsadas y largó su noveno cuadrangular de la campaña.
Nada, así de simple, de sencillo…, para
callar la boca a aquellos que
menospreciaron sus virtudes cuando estaba en las Menores y eran acérrimos detractores
de sus potencialidades objetivas, las cuales demuestra ahora con creces en la
pelota más dura del mundo.
Desde que este muchacho comenzó a batear y tirar pelotas –recordemos
que también fue lanzador en su etapa escolar y juvenil- llamó poderosamente la
atención de los entendidos en la materia, quienes siempre vieron en él a un
jugador con unas cualidades enormes y hasta llegaron a compararlo con acierto
con el Niño Linares, ambos debutantes en las series nacionales con solo
15 primaveras.
Sinceramente la mala suerte ha sido uno de los peores
enemigos que ha tenido que enfrentar el
villaclareño nacido en 1989 en la octava villa fundada por los
colonizadores españoles en la Isla. Primero, en la pelota cubana nunca
fue del agrado de los seleccionadores nacionales, que lo dejaron injustamente
fuera del team principal carentes de
fundamentos contundentes para despreciarlo.
Esa fue la razón principal que hizo a Viciedo buscar fortuna
extrafronteras. Ellos mismos perdieron a
un pelotero extraclase por su necia tosudez. No hace falta ahondar en este particular,
pues todos conocemos las injusticias que la gran mayoría de las veces se
cometen al confeccionar un equipo Cuba.
Ya en Estados Unidos, debutó en las Menores en Doble A en el
2009 y bateó para 280 con 12 jonrones. Un año después pasó a Triple A
con el conjunto de Charlotte y compiló 274, con 20 vuelacercas. Y en el pasado 2001,
con la misma novena, lo hizo para 296 y también pegó 20 cuatriesquinazos.
Recordemos que en el 2010 fue llamado por poco tiempo a la
Grande, con los Medias Blancas y promedió para 308, y la pasada temporada,
igualmente con escasa participación, para 255, en solo 38 y 29 partidos jugados
en ambas ocasiones, respectivamente. Se cae de la mata que le dieron muy pocas
oportunidades injustificadamente.
Pero tras la salida del mentor Ozzie Guillén, con un nuevo
timonel, Robin Ventura,
las cosas van saliendo mejor para Dayán. Quizás Ventura haya tenido mucha mayor
visión sobre el cubano, eso parece.
Lo cierto es que lo
ha ubicado generalmente como titular en uno de los jardines y en otras lo ha
utilizado como designado. Pero lo más importante es que el recio toletero se va
adaptando al juego diario y hoy en día prácticamente no hay quien lo siente.
Promedia Viciedo en estos momentos para 252, con 9 jonrones
y se afianza cada día más dentro de la formación titular de los Medias Blancas.
Considero que lo
mejor de este pelotero está por llegar. Lo tiene TODO para convertirse en una
gran estrella en este béisbol.
Esperemos siga con este buen paso. Creo que la hora de Viciedo ya llegó. Y podría
ser este sin temor a equivocarme su año de consagración definitiva.
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