2012/09/13

Cincuenta lanzamientos a Yogey “el Yiyi” Pérez


Por RAFAEL ROFES PEREZ

Yogey Pérez, destacado pelotero cubano en la categoría juvenil y ex integrante del conjunto de Ciego de Avila en las series nacionales y uno de los buenos prospectos con reales posibilidades de jugar Grandes Ligas, ya mostró sus virtudes con el conjunto  Clase A Yakima Bears  en las Menores , perteneciente a los Diamondbacks de Arizona, organización que lo firmó  el pasado mes de junio.

Luego de abandonar la Isla en el 2010 motivado por las pocas oportunidades que le dieron en las cinco series nacionales en las cuales participó, el espigado toletero de 23 años  se erigió entre las figuras fundamentales que contribuyeron al exitoso desempeño del Yakima en la fase regular y que le posibilitó el pase a la postemporada, esquiva para esa novena desde hacía dos campañas.

Este prometedor zurdo, quien puede desempeñarse con acierto en la primera base y los jardines, exhibió magnífico promedio ofensivo de más de 400 internacionalmente en las lides escolares y juveniles en las cuales participó, y en el 2006 integró  -como inicialista y cuarto bate-  el equipo criollo al Mundial Juvenil efectuado en Sacti Spíritus.

Tus inicios en la pelota…

Desde los diez años me dio por jugar béisbol porque de niño fue mi mayor pasión. Hasta dormido lo llevaba en mis sueños.  Cada vez que podía me aparecía con mi guante y mi pelota al terreno allá en mi natural municipio Venezuela, provincia de Ciego de Avila,  donde nací.
¿Quién fue tu primer entrenador?

Wilbert Pérez.
¿Qué posiciones jugabas?

La primera base. Wilbert y demás entrenadores veían en mí condiciones para jugarla por el hecho de ser zurdo, por mi estatura y fuerza al bate.

Muy intensa esa etapa, ¿verdad?

Sí. Desde que me inicié comencé a competir en diferentes lides. La primera el torneo infantil 9-10 años que tuvo por sede a Villa Clara. Ahí fuimos subcampeones al caer en la gran final ante los locales, pero tuve la dicha de conocer a Leonys Martín y a Dayán Viciedo, quienes juegan hoy en día en Grandes Ligas . ¿Quién lo iba a decir?

¿Qué pasó después?

Después de participar en el nacional 11-12 en la provincia de Granma, fui llamado para la EIDE Marina Samuel Noble, de Ciego y pasé a la categoría 13-14. A partir de aquí integré  todos los equipos Cuba. O sea  en 13-14, 15-16 y juveniles con resultados sobresalientes en lo colectivo y en lo personal.

¿Como cuáles?

En el 2002 fuimos campeones panamericanos en 13-14 en el torneo realizado en el estado de Vargas, Venezuela. Un año después nos llevamos el oro en el Mundial de Taipei de China (15-16) y volvimos a triunfar en el Panamericano de México (2004), en la misma categoría, éxito que repetimos allí mismo en el 2005, pero en los juveniles.

¿Y  tu rendimiento?

Estuve muy bien en cada uno de estos eventos. Fíjese que en todos ellos promedié por  encima de 425 y varias veces me escogieron para integrar el Todos Estrellas. Y en el Mundial juvenil efectuado en Sancti Spíritus en el 2006 quedé como líder en impulsadas y terminé bateando 455.

Recuerdo que en ese Mundial fueron eliminados por Estados Unidos…

Asimismo. Nuestro  equipo estaba muy bien, llevábamos cinco triunfos sin derrotas, cuatro de ellas por nocao, pero en la llamada muerte súbita los norteamericanos nos eliminaron al vencernos 4x0. Nos pusieron un lanzador que estaba encendido, el mejor que enfrenté en toda mi etapa como juvenil.

¿Quién fue?

El derecho Blake Beavan, quien por cierto juega hoy en las Grands Ligas con los Marineros de Seattle.

¿Fuiste también como inicialista a ese importante certamen?

Siempre fui el primera base titular y cuarto bate de esos equipos.

¿Quiénes eran los demás regulares en ese conjunto?

Ahí estaban, además de mí,  el jardinero  central Leonys Martín; Leandro Lamadrid, designado;  Dayán Viciedo, tercera base; Carlos Mesa, jardinero izquierdo; Dariel Alvarez, en el derecho;  Pavel Quesada, camarero; Julio César Ramírez, receptor, y Darián González era el torpedero. Y entre los lanzadores estaban Aroldis Chapman, Freddy Asiel Alvarez, Vladimir García, Frank del Valle Arrebato, Alberto Soto y Juan Yasel Serrano… Era muy buen equipo, pero la pelota  es impredecible y sentimos muchísimo no poder discutir la corona.

¿Qué pasó con Yogey Perez después de ese Mundial?

Me escogieron para integrar el equipo de Ciego de Avila a las series nacionales con solo 17 años.
¿Cuántas series jugaste?

Cinco. Desde la 45 hasta la 49.

¿Cómo te fue ese primer año?

No tuve muchas oportunidades de jugar, porque la primera base la cubría Dany Miranda, que era campeón olímpico y además me decían que aún yo era muy joven y debía esperar.

¿Y en las siguientes temporadas?

Cuando se retira Dany colocan a Yorelvis Charles en primera base. Yo era solo el primer bateador emergente y por lo regular daba el hit cuando me sacaban. Aún así al otro día tampoco jugaba. Entonces comenzaron a decirme que iba a ser el relevo de Yorelvis y esa situación me disgustó bastante porque comencé a darme cuenta que estaba pasando mis mejores momentos en el banco.

Hasta algunos dirigentes de la Comisión Nacional y la periodista Julita Osendi preguntaron varias veces  a la dirección del equipo cuándo yo iba a jugar, pero nada. Hoy en día Yorelvis sigue como primera base en Ciego de Avila.

¿Entonces  ni  esas conversaciones de esos directivos  y  la prensa con la dirección del conjunto avileño surtió efecto para que jugaras más?

Para nada. Solo que me ponían en  algunos juegos y bateara o no me volvían a sentar.
¿Y no probaron ubicarte en los jardines?

Solo las escasas veces que uno de los titulares se lesionaba. Allí estaban Roger Poll, Isaac Martínez y Yoelvis Fiss.

¿Qué alegaba el director Roger Machado para no ponerte a jugar?

Me decía que tuviera paciencia, que ya llegaría mi turno. El se molestaba también porque toda la afición pedía mi presencia en el terreno, situación que lo disgustaba cantidad. Pero nada, no me daba el chance definitivo.

En la serie 49 fue cuando más oportunidades tuve de jugar y promedié para 387, además de decidir como emergente  el único choque que le ganamos a Villa Clara en ese play off.

¿No te dio por ir a jugar a otras provincias?

Claro que lo pensé. Me querían Villa Clara, Camagüey, Matanzas, Cienfuegos, Granma, la Isla, Sancti Spíritus y Provincia Habana en aquel entonces. Yo tenía decidido muy en serio irme, pero la Comisión avileña podía suspenderme por dos años.

Esa suspensión es como un castigo...

Por supuesto. Tienes que dejar de jugar dos temporadas para poder marcharte a otra provincial al tercero. Después que dejas el béisbol  por dos años, ya no es lo mismo. Son medidas que no tienen sentido. En Cuba estacan demasiado el desarrollo del pelotero.

¿Creo que Víctor Mesa también te “echó el ojo”?

Sí. El habló conmigo, me agradó mucho todo lo que me dijo . Es el único que le gusta desarrollar figuras jóvenes en la Isla y en eso tiene un gran mérito.

¿Fue entonces solo esta  situación la que te motivó abandonar Cuba?

Exactamente, al darme perfecta cuenta que estaban siendo injustos conmigo. Yo merecía jugar y estaba  perdiendo mi tiempo allí, como mismo le ha sucedido a otros. Yo solo quería hacer lo que me gustaba y ellos no me lo permitieron.

¿Saliste de Cuba en el 2010?

En agosto del  2010 vía México junto a mi amigo Leonys Martín, mi papá y otros familiares de él y míos.

¿En qué parte de México permaneciste?

Solo unos meses, más que todo en Lagos de Moreno y de ahí marché hacia Estados Unidos. Actualmente resido en Kendall, Miami.

¿Qué hiciste desde que llegaste a Miami?

Comencé a entrenar y un día me presenté al Miami Dade College a hacer una exhibición para ver si me escogían y poder jugar con el equipo de allí. Afortunadamente  así fue y me mantuve dos semanas con ellos practicando.

¿Y posteriormente?

En enero asistí con el equipo de allí, los Sharks del Miami Dade al campeonato que se juega en todos los Estados Unidos. En esos tres meses que duró la temporada fui a clases en las mañanas y  la tarde  se la dedicaba por entero a la pelota.

¿Cómo fue tu desempeño con ese equipo?

En 50 partidos promedié para 445, fui líder de bateo, además quedé primero en hits con 75, triples, con 10 y bases robadas, 39 en total, no solo de mi equipo, si no de toda la Florida, donde también me seleccionaron  en el Todos Estrellas.

¿Defendiste de nuevo la inicial?

No. En esta oportunidad me colocaron en los jardines, en cualquiera de los tres. Comencé como tercer bate, pero al darse  cuenta de mi velocidad en las bases me pasaron al primer turno hasta que terminó el campeonato.

¿Prefieres los jardines o el primer cojín?

En estos momentos me gusta más ser jardinero.

Imagino bien fuerte ese torneo…

Por su puesto. El nivel es elevadísimo. Es inusual encontrarte a un lanzador que tire por debajo de las 90 millas y saben muy bien jugar béisbol.

¿Cómo te sentiste al recibir el notición de ser llamado por los Diamondbacks de Arizona el pasado mes de junio?

Figúrese. Sentí una  alegría indescriptible, me puse muy contento. Esto me abrió las puertas de jugar bien en serio  en Grandes Ligas. Hago  todo por seguir adelante y no defraudar  a mis familiares, amigos y a toda la gente que sé me sigue tanto en Cuba, Estados Unidos y en otras partes del mundo.

Pero tengo entendido que otras organizaciones se interesaron igualmente en ti…

Varios fueron los equipos que mostraron interés en mí . Tuve conversaciones con representantes de los Medias Blancas, Angels, Tampa, Milwaukee, Texas, Marlins, Kansas City, Astros, Detroit, San Francisco y Rockies de Colorado.

¿Cómo te sientes ahora en las Menores?

Muy  alegre por ser titular con el equipo Yakima Bears de la Short-Season Northwest League, Clase A. Allí defiendo también los jardines.

¿Y cómo te ha ido?

He mejorado bastante mi juego. Poco a poco me he ido adaptando a este nivel de béisbol, muy diferente en todos los sentidos.

¿Cuánto promediaste ofensivamente?

Por solo dos hits no pude alcanzar la marca de los 300. Quedé en 285 en 35 juegos. Pegué 39 sencillos, de ellos cuatro dobles, dos triples y un jonrón, impulse 12 carreras y me colocaron siempre como primer bate, preferentemente en el jardín izquierdo o como designado.

Creo que estos numeritos los podré superar la venidera temporada, porque ya estoy mucho más ajustado a esta pelota y no dejaré ni un momento de entrenar.  El triunfo necesita de bastante sacrificio. 

Supe que en los play offs cayeron cerradamente…

Estuvimos a un paso de la final, pero perdimos cerradamente  el partido decisivo 3x2 frente a los Hawks Stown. 

¿Alguna otra competición en tu mente?

Trataré de actuar en  la Liga Profesional de Puerto Rico que comienza  a finales de octubre. Vamos a ver. Es un fuerte evento que me haría muy bien jugarlo.

¿Quiénes  te ayudaron  más en tu formacion como pelotero en Cuba?

Mi papá Lorenzo, fiel guardián en toda mi carrera, quien siempre me alienta y da fuerzas para seguir adelante;  Félix Molina, mi director en los juveniles y  Juan Suárez, el mismo que fue coach de Azucareros hace un buen tiempo ya, cuando la era de Servio Borges. A él tengo muchísimo que agradecer.

¿Qué peloteros admiraste en Cuba, cómo quiénes quisiste ser?

Admiré a Antonio Pacheco, Víctor Mesa, Orestes Kindelán, Frederich Cepeda y Germán Mesa. Pero  siempre quise ser como Omar Linares, para mí el mejor y más completo pelotero de las series nacionales. Era fenomenal.

¿Cuáles consideras tus mejores armas? 

Tengo muy buen tacto, cuesta trabajo poncharme, además de ser bien veloz sobre las almohadillas, dos aspectos  muy importantes  en el béisbol .

¿Y como está tu bateo de largo alcance?

Nunca he sido un bateador de dar muchos jonrones, pero eso no quiere decir que no los dé. Con todo lo que he entrenado y jugado desde que llegué a Estados Unidos, más el juego diario ahora que tuve con los Yakima Bears, eso me ha permitido ganar en fortaleza.

¿Cómo comparas al Yogey Pérez que jugaba en Cuba con el de hoy?

Más o menos  sigo siendo el mismo en muchos aspectos, solo que aquí he elevado mi nivel  aún más en cuanto a la técnica, en cuanto a mi preparación. Hoy en día me siento más pelotero que cuando estaba en Cuba y el motivo fundamental  es que he ganado en confianza y han confiado en mí, lo que nunca hicieron allá conmigo. 

¿Entonces no te arrepientes de haber salido de Cuba?

En lo absoluto, porque vine a hacer lo que más me gusta, jugar pelota, ya que en mi país no me daban esa oportunidad.

¿Tu  gran sueño?

Convertirme en un gran jugador de Grandes Ligas

¿Como quién?

Como  Ichiro Suzuki

¿Por qué como él?

Porque  ha sido un ejemplo de entrega  y consagración y por sus  impresionantes numeritos de por vida, especialmente  por su gran cantidad de hits. Es inmenso este japonés.

¿Crees que otros peloteros que juegan en la Isla tienen hoy calidad para jugar en la Grande?

Mira, todos los peloteros que bateen por encima de los 320 en Cuba pueden tener posibilidades aquí y  también los que integran  la selección nacional.

¿Por qué te dicen  “el  Yiyi”? ¿De dónde salió?

Porque con solo días de nacido, mi mamá me decía mi chiquitico. Después esos mimos fueron aumentando , me llamaba mi  yiyitico y se quedó el “Yiyi” de hoy con el que me conocen mis amigos y toda la familia.

¿Disfrutaste el triunfo de Ciego de Avila en la pasada Serie Nacional?

Muchísimo. Me sentí  un “tigre” más y no me perdí ni un juego de esos play offs. Y aprovecho para enviarles mis felicitaciones, especialmente a Yander, a Carrero, a Vladimir por esos partidazos que tiraron. Que sigan así, pues ese es solo el comienzo de otros campeonatos.

¿Algún mensaje a la gente que te sigue y admira?

Que sepan que salí de Cuba con el objetivo de llegar a Grandes Ligas y que lo lograré Dios mediante. Que siempre llevo presentes a todos mis seguidores en la Isla, a los de aquí y a los de otras partes del mundo.  Un abrazo sincero a todos.
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NUMERITOS DE POR VIDA EN SERIES NACIONALES

Series jugadas, 5; veces al bate, 254; carreras anotadas, 33; hits, 65; dobles, 12; triples, 0; jonrones, 4;  average, 256; total de bases, 89; slugging, 350; bases robadas, 1; cogido robando 2; carreras impulsadas, 26; bases por bolas, 17; ponches, 38; juegos jugados, 134.

A la defensa, en 509 lances, solo cometió 4 errores para promedio de 992.

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