Por RAFAEL ROFES PEREZ
Pausado al hablar, pero con ese acento característico de
nuestros hermanos del Oriente del país,
a Onelki García lo delantan el brillo de sus ojos y sus palabras
cargadas de optimismo respecto a sus aspiraciones e intenciones como
pelotero desde que llegó a Estados
Unidos, nación que le abrió las puertas –como a muchos otros- a su gran sueño
de jugar en el mejor béisbol del mundo.
De esto hace solo un año, lapso corto pero verdaderamente fructífero para él, pues
el pasado mes de junio fue firmado a un contrato de Ligas Menores por la
organización de los Dodgers de Los Angeles, conjunto que con “Magic” Johnson a
la cabeza se lanzó a la búsqueda de
talentos como él para intentar conducir nuevamente a esta novena a los
planos estelares, entiéndase hasta para
discutir una Serie Mundial.
Con solo tres
campañas jugadas en las Series Nacionales de Cuba con los Indios del Guaso, de
la provincia de Guantánamo, el zurdo oriundo del municipio de El Salvador
presentó credenciales al exhibir una recta bien dura y una curva prominente, cualidades más que
suficientes para llamar la atención de los entendidos y técnicos, incluidos los
cazatalentos del país del Norte.
Doce triunfos e igual cantidad de fracasos fue su saldo por
los diamantes de la Isla, donde actuó en 46 desafíos, 45 de los cuales inició,
trabajó en 201 y un tercio de innings, le anotaron 124 carreras, de ellas 108
limpias, ponchó a 195 rivales, concedió 128 boletos, le pegaron 31 dobles, seis
triples, 15 cuadrangulares, le ligaron ofensivamente para 257 y tiró para 4,73
promedio de limpias.
“Desde que salí de Cuba hace ya dos años me he dedicado a
entrenar y dar el máximo para lograr jugar algún día en las Grandes Ligas. Sé
que no es tarea fácil pero tampoco
imposible y no descansaré hasta que lo alcance”, dijo el espigado lanzador de
más de seis pies de estatura, más de 220 libras de peso y solo 23 almanaques vencidos.
Pero Onelki demuestra
por estos días sus virtudes en Arizona, donde se desarrolla un torneo
reservado a las jóvenes figuras –prospectos-
que de un momento a otro pudieran dar el gran salto.
“En las Menores
-dice- lancé bien poco la temporada pasada, lo que frenó mis
aspiraciones de subir a la Grande,
situación que espero no suceda en el 2013, no solo porque ya llevaré más
tiempo metido en este tipo de pelota, sino porque he ganado más en experiencia
y cada día aquí uno aprende cosas nuevas para beneficio personal como
pelotero”.
“Aquí con la organización de los Dodgers también están el
jardinero de Cienfuegos Yasiel Puig, el receptor de Holguín Selme Angulo y el
también lanzador de Ciego de Avila Alfredo Unzue, y de cierta manera me siento
acompañado con parte de mi gente, eso estimula muchísimo a uno y te da fuerzas
para seguir”, aseveró.
Fiel admirador del zurdo holguinero Aroldis Chapman, a
Onelki le encantaría poder brillar como
lo hace hoy este compatriota y ojalá la suerte lo acompañe, pues en lo
deportivo el del Guaso tiene condiciones y no por gusto ha llegado a tirar hasta 97 millas.
“Mi recta trae bastante –comenta-. Aquí en este torneo en Arizona he alcanzado cómodo 94 millas, pero también me apoyo en el
sinker, el cambio de velocidad y la curva, lanzamiento que consider mi mejor
arma”.
“Ultimamente he venido trabajando bien fuerte para
mejorar mi control. Creo que poco a poco
y con la ayuda de mis técnicos y mi esfuerzo, ese indicador tan importante para
un pitcher lo podré ir mejorando, más en
este tipo de béisbol donde los pitchers tienen que convertirse en una especie
de dibujantes a la hora de lanzar para
alcanzar buenos resultados. Eso me queda bien claro”, sentenció.
Desde hace seis meses Onelki
tiene una nueva compañía, una persona no que le pierde ni pie ni
pisada y que lo anima a cada instante en
su anhelo por llegar a vestir algún día el traje de los Dodgers de Los Angeles.
Mónica Cura, una joven mexicana apareció en su vida por cosas del azar
durante un encuentro casual en Texas. “Nos vimos, nos conocimos, conversamos y
así comenzó todo con Onelki. De ahí en adelante nos decidimos a compartir
nuestro futuro y hoy en día mantenemos
un matrominio muy bonito”, me
comentó esta agradable chica natural de
Monterrey.
“Onelki es una gran persona, lo admiro entre otras cosas por
su voluntad y deseos de triunfar. Sé que
ha pasado muchísmo trabajo desde que salió de su país, eso ha sido duro para
él. El solo hecho de tener a su familia lejos
es bien difícil. Pero sé que con la ayuda de Dios podrá lograr su
objetivo. Cada vez que podemos, cada domingo nos acercamos a la Iglesia con
nuestro Señor como muestra de agradecimiento
a su bondad”.
“Precisamente por estos días él estuvo muy preocupado porque
según supimos un huracán hizo bastante daño en su tierra allá en Cuba. A él le
costaba trabajo entrenar, pero felizmente recibió la noticia de que sus
familiares, entre ellos su mamá Tamara y su hermano Oneri, no tuvieron problemas y que su casita aguantó
firme y se mantuvo en pie. Estas situaciones preocupan más en la distancia. Al
menos conmigo no está solo y tiene con quien desahogarse”.
“En cuanto a la pelota –continuó Mónica- no entendía nada de
ella. Gracias a Onelki ya he aprendido bastante y yo en cambio lo enseño a ser
un poco más organizado en casa con sus cosas, a evitar los regueros”, dijo finalmente sonriente y feliz.
Por mi parte les deseo a ambos éxitos… Que Onelki siga
adelante como bien merece y que lo podamos ver algún día en la lomita del
Dodger Stadium convertido en uno de los pilares fundamentales del pitcheo del
conjunto angelino, necesitado de brindar
mayores satisfacciones a su entusiasta fanaticada, la que cada temporada
abarrota la instalación con el mayor deseo de verlos triunfar.
Ojala que le vaya bien
ResponderBorrarLo vi lanzar en el Van Troit y la verdad que tiene una piedra
ResponderBorrarSuerte para este compatriota.
ResponderBorrarOjala que le vaya bien.
ResponderBorrarCesar
Buen escrito. Suerte para Onelki que llegue a ser grande como otros lo han posido hacer.
ResponderBorrarNo tuve la suerte de ver a este muchacho en acción en la pelota cubana. Pero gracias a este magnífico material ya tengo una idea de sus condiciones, de cómo vive y de sus aspiraciones de llegar, y más que eso, triunfar en el mejor béisbol del mundo. Que le vaya muy bien.
ResponderBorrarTiene madera pa imponerse y juventud, esperemos que llegue otro cubano en la gran calpa
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