Por RAFAEL ROFES PEREZ
Hace solo unas horas leí un excelente trabajo del colega Wilfredo Cancio en su popular sitio Café Fuerte (www.cafefuerte.com),
el cual por cierto se los recomiendo, en
el que el ex estelar lanzador industrialista Orlando “Duke” Hernández hace unas
interesantísimas declaraciones que me llamaron poderosamente la atención una
vez más.
Este hijo ilustre de nuestra querida Isla logró innumerables
actuaciones de altos quilates encima de
la lomita en la pelota cubana con su queridísimo Industriales y en las Grandes Ligas de Estados Unidos, hazañas estas que perdurarán por siempre entre los amantes
del deporte de las bolas y los strikes.
Como gran orgullo de Cuba que siempre ha sido, en este
trabajo de Cancio, el “Duke” deja caer unos cuantos “lanzamientos” salidos de
su corazón, que apuntalan una vez más su gran cubanía y arraigo a la tierra que
lo vio nacer. Por eso yo lo admiro tanto, amén de sus cualidades como pelotero,
como sé que ustedes también.
Hoy en día –como se sabe- el “Duke” tiene su academia de
béisbol para niños en el Benny Babcock Park de Hialeah, otra función
inseparable en su vida tan ligada a la pelota.
Sobre el tema, dijo en el referido artículo que “si antes
pensaba que el trabajo con los niños era una buena causa, ahora creo que es
mucho más importante. Lo disfruto muchísimo. Hay niños hasta de cuatro años y
estas son edades en que los muchachos van relacionándonse y van comenzando a
entender las cosas de la pelota. A los seis años ya saben perfectamente jugar
al béisbol”.
“Es muy difícil a esas edades saber cuál va a ser el futuro
de alguien que se inicia en el béisbol. Y el mensaje que puedo transmitirles a
los padres, a partir de mi propia experiencia, es que no dejen que los niños se
desanimen porque les vaya mal al principio. Te cuento que a mí hasta los 15
años me estuvieron diciendo en Cuba que no tenía calidad para jugar al béisbol,
pero yo nunca me rendí. Tuve después la oportunidad de decirle a los
entrenadores, en buena forma y con el mayor respeto, que creía que ellos se
habían equivocado. Cualquiera se equivoca. Yo también me he equivocado y por
eso trato de ser muy cauteloso con la evaluación de cualquier muchacho, porque nadie
tiene la última palabra”.
A una pregunta del periodista sobre la idea de abrir el
futuro una filial de su Academia en Cuba, el “Duke” argumentó que le gustaría poder hacerlo algún día “en
cualquier municipio de La Habana, donde se pudiera, pero preferiría hacerlo en
Boyeros, que es el municipio mío, en el reparto Guajay... Mazorra, Boyeros,
Santiago de las Vegas, Abel Santamaría, Fontanar, esa es mi niñez. Por ahí
están mis primeros recuerdos de la pelota”.
En alusión su su papá, Arnaldo “Duke” Hernández, a quien
tuve la dicha de ver jugar con aquellos aguerridos Azucareros en innumerable ocasiones, el ex
estelar tirador, de exquisitas
demostraciones en las series mundiales
con los Yanquis de Nueva York y los Medias Blancas de Chicago dijo: “Yo recuerdo bien poco, porque para verlo a
él tenía que ir al estadio Latinoamericano. Sí me acuerdo de algunos juegos en
los que lo vi jugar con Azucareros frente a Industriales en el Latinoamericano,
siendo yo un muchachito. Era un competidor que no daba tregua”.
Sobre los Industriales y las series nacionales en Cuba, señaló
que sigue la Serie Nacional, la Copa Mundial, los torneos donde participan los
cubanos. “Me gusta, porque yo jugué muchos años para la selección nacional y
para Industriales”.
“Esa es la pelota que me gusta, la pelota de mi
idiosincrasia, la que me dio a conocer. Y nunca la voy a olvidar. Yo
siempre les deseo lo mejor, porque sigo siendo industrialista 100 por ciento.
Pienso que Lázaro Vargas es una persona muy inteligente, una persona que sabe,
que sabía cuando jugaba al béisbol y ahora de mánager demostró que puede llevar
a los Industriales a los primeros planos”.
Acerca de los principales problemas de la pelota cubana dijo
que se están perdiendo muchos peloteros y es evidente que su calidad ha mermado
mucho en los últimos años. “Hay también muchos asuntos técnicos que están
influyendo en esa pérdida de calidad. Primero, te diré que la zona de strike es
muy amplia; pienso que los mejores ampayas (umpires) pasaron de época, otros
han desertado y quienes pueden enseñar a los árbitros jóvenes ya están lejos de
Cuba”.
“Pienso que también el béisbol ha crecido mucho en los demás
países, a nivel internacional. Y es cierto que, sea por estancamiento técnico o
por deserciones, los equipos que tenían a jugadores como Víctor Mesa, Orestes
Kindelán, Antonio Pacheco, Germán Mesa, Lázaro Vargas, Omar Linares, Javier
Méndez… esos equipos ya no se ven”.
A una pregunta de Cancio acerca de su criterio a la hora de escoger
una figura de esa época como primera selección
para un equipo donde él estuviera, el “Duke” respondió:
“A Omar Linares y un poquito más hacia atrás, a Antonio
Muñoz… eran peloteros con los que yo soñaba. Yo jugué con Omar Linares y pienso
que era el pelotero número uno en Cuba”.
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