Juan Vicente Artiles, la “trampa” del campo corto

Por RAFAEL ROFES PEREZ

Miles y miles han sido los peloteros cubanos que han dejado su huella en las 51 ediciones de las Series Nacionales de la Isla. Muchos de los que brillaron e integraron las selecciones nacionales, fundamentalmente,  son recordados y  se reconocen sus hazañas, méritos suficientes como para tenerlos siempre presentes.

Sin embargo otros que no precisamente pudieron llevar en sus pechos  las gloriosas cuatro letras, pero que dejaron igualmente alma, corazón y vida sobre el terreno de juego, quizás no hayan corrido la misma suerte a la hora de la remembranza  y el recuento tras su paso por el mayor pasatiempo de los cubanos.

Por eso quiero este domingo recordar a uno de esos peloteros, que con poco ruido pero mucha entrega, supo jugar corajudamente el campo corto durante nueve temporadas con el conjunto de Ciego de Avila -el de la “Piña” por aquel entonces-, en una generación que poco a poco fue sentando las bases para que hoy esa selección tenga el privilegio se ser la actual campeona  de Cuba.

Me refiero a Juan Vicente Artiles Ceballos, nacido hace  49 años en la cabecera provincial, quien desde bien pequeño comenzó a asistir a los llamados “pitenes”de barrio  junto a su hermano José Ignacio y tuvo como primer entrenador al avezado Armando Arnais, excelente técnico que estuvo por más de cuatro décadas transmitiendo sus conocimientos a los beisbolistas de su terruño.

Un potrero convertido en improvisado terreno de pelota fue cantera inagotable de varios jugadores avileños que por aquel entonces tenían deseos inmensos de llegar.

Y precisamente de ese improvisado “estadio”, el que apodaron La Tasajera, surgió Juan Vicente, “la Trampa”, sobrenombre con el que fue bautizado por la afición y por  sus compañeros de series nacionales, pues todo lo que se bateara por su posición caía en su guante por arte de magia.

Juan Vicente, gran admirador del jardinero capitalino Armando Capiró, tuvo la dicha de compartir el campo de juego con figuras de nivel como Raúl González, Omar Carrero, Tomás Creo, Manuel Alvarez, Miguel Lapera, José García, Osmel Rodríguez, Víctor Arrieta, Ramón Esperanza y Lorenzo Ardiles, entre otros.

Siempre con el número 21 en su  espalda, mostró sus mayores  virtudes a la defensa como titular de tan difícil posición.  

Era de esos torpederos que cubrían un gran espacio y que trataba de sacar el out como fuese, quizás por eso comitía muchos más errores que otros en aquella etapa.

Muy pocas veces guaradaba la bola, siempre la soltaba, quizás debido a su explosivo temperamento a la hora de jugar.

Tras esas nueve campañas como rey del campo corto con Ciego de Avila, Juan Vicente se fue a hacer de las suyas al  softbol y posteriormente a los certámenes de la Liga Azucarera de Béisbol, otra competición que se agradece mucho en los bateyes de los centrales azucareros de Cuba, otra fiesta de las bolas y los strikes que se juega bien caliente y que permite a muchos hacerse sentir un “Niño” Linares, un Lázaro Santana o un Antonio Muñoz…

A lo mejor algún día veamos a otro Juan Vicente Artiles sobre el  terreno, pues quizás su hijo de igual nombre continúe la senda de su padre.

Sirvan esta breves líneas para recordar y reconocer la trayectoria y figura de este pimentoso torpedero avileño,…, un eterno enamorado de la pelota que  lo dio todo por su equipo y su provincia, esa que hoy se erige como una de las mayores potencias beisboleras de nuestro  país.

LABOR DE JUAN VICENTE ARTILES EN SERIES NACIONALES

Participó en nueve series nacionales. En mil 207 veces al bate anotó 112 carreras, pegó 268 hits, de ellos 33 dobles, 4 triples y 6 jonrones,  su promedio fue de 222 y su slugging de 271.

Impulsó 78 carreras, robó 10 bases, lo capturaron 21 veces, le dieron 86 bases por bolas, se ponchó en 170 ocasiones, todo en 412 juegos jugados.

A la defensa  cometió 104 errores en un total de dos mil 98 lances, para promedio de 950.