Pueblo artemiseño despidió a su gran campeón

Por RAFAEL ROFES PEREZ

El ir y venir cotidiano de artemiseños por sus calles cobró este lunes otro matiz. Con lágrimas incontenibles y la tristeza impregnada en sus rostros, los familiares, amigos, deportistas, admiradores…, todo un pueblo, se juntaron para darle el último adiós a uno de sus hijos pródigos, el lanzador Yadier Pedroso, fallecido en trágico accidente de tránsito el pasado sábado.

Todos ellos escoltaron el féretro hasta el Cementerio Municipal de quien fuera campeón mundial en Holanda 2005, subtitular del I Clásico Mundial (2006), de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y reconocido por muchos como uno de los mejores lanzadores cubanos del momento.

En el Parque Libertad, Sergio Suárez, director de Educación, Cultura y Deporte en el territorio, habló a los artemiseños sobre Pedrosito, como cariñosamente le llamaban, y entonces las lágrimas emanaron con más fuerza. Porque este joven, con solo 26 años, hizo vibrar los corazones de su pueblo con cada lanzamiento y siempre luchó por traer a casa un triunfo, según señala el periódico habanero Juventud Rebelde.


A nivel internacional Pedroso participó en diez certámenes, trabajó en 26 partidos, casi siempre como relevista. Durante ocho campañas nacionales acumuló 76 victorias y 45 reveses, con efectividad de 3,15 y fue protagonista hace cuatro años de la victoria del equipo Habana en la edición 48 de la Serie Nacional.

En horas de la noche del 16 de marzo Yadier Pedroso falleció, después de que el auto en que viajaba impactó contra un camión de caña. Le acompañaba su novia Yanet Kessell Ruiz, de 22 años de edad, y Raciel Torres Pérez, de 32 años, ex integrante del equipo nacional de fútbol, quienes también fallecieron.

Precisamente este lunes conversé con uno de los tantos buenos peloteros que ha dado aquella región habanera, me refiero al ex jardinero Nataniel Reinoso, otro hijo de Artemisa, quien reside hoy en España.

Muy contrariado y triste hallé a Reinoso, quien con voz entrecortada me dijo: “Esta noticia ha sido muy dura para mí. Yadier siempre iba desde pequeño a ver nuestros entrenamientos y a jugar con nosotros. Con solo verlo caminar sabíamos que iba a ser un gran pelotero”.

“Yo jugaba junto a su papá José Manuel en el equipo Habana y él siempre lo tenía que llevar a los campos de entrenamiento, porque desde bien niño le encantó el béisbol”, comentó Reinoso.

“Josué Manuel también fue como un padre para mí, me dio muchos consejos buenos cuando yo empezaba con aquel equipo. Hoy recuerdo con cariño y tristeza a la misma vez a Yadier. Me parece estarlo viendo lanzando y bateando, porque era bueno en eso también. Imagínate a esa familia la quiero mucho”, agregó.

Y finalmente dijo: “Por su actitud y dedicación a la pelota desde bien chiquitico y lo buena persona que siempre fue, no solo la afición de Artemisa, sino de Cuba entera y otras partes lo van a recordar con mucho amor. El siempre estará en nuestros corazones. Téngalo por seguro”.