Por RAFAEL ROFES PEREZ
Sigue sin poder cumplir su anhelo hasta el momento de subir al equipo grande de los Medias Blancas de Chicago el joven Dayán Viciedo, uno de los ploteros cubanos con mayores condiciones sin dudas para imponerse en las Grandes Ligas.
Recordemos que desde hace tres temporadas, de 2009 a la fecha, el jovencito nacido en Remedios en 1989, lucha aún denodadamente en pos de una posición en el róster activo del equipo de lujo de la Ciudad de los Vientos, pero de manera permanente y que por fin lo consolide en la pradera derecha como titular.
Inicialmente como tercera base, puesto que defendió con acierto desde que debutó a los 15 años de edad en las Series Naionales de la Isla y ahora como jardinero derecho en las Menores, siempre ha demostrado que tiene fibra para brillar en la Grande.
Para ilustrar fehacientemente que al muchacho quizás no lo haya acompañado la buena suerte, como a otros con menos condiciones sí, les digo que con los equipos Birmingham Barons (AA), donde militó en el 2009 y el ahora Charlotte Knights I(AAA), donde juega desde la pasada temporada, sus números revelan que tiene clase.
En su aparición en este tipo de béisbol (2009), bateó para 280, producto de 141 hits en 504 turnos, 72 anotadas, 20 dobles, 12 jonrones, 78 impulsadas y slugging de 391, mientras en el 2010 ligó para 274, 94H, 343VB, anotadas 42, 15 tubeyes, 20 cuadrangulares, 47 remolques y slugging de 493.
En esta temporada con Charlotte, sus guarismos son mucho más convincentes como defensor del jardin derecho, merced también a su potente brazo que aquilata aún mas sus enormes posibilidades.
Pues bien, Viciedo compilaba hasta el pasado martes, 317 con el madero, con 113 inatrapables, 24 dobles, 16 vuelacercas, 64 hombres remolcados hacia el home plate y slugging superior de 518.
Pero ahí no queda todo. Recordemos que en la campaña anterior le dieron ciertas oportunidades en la Grande, cuando debutó con los Medias Blancas y estuvo muy bien también, lo que al parecer no fue suficiente para convencer a los directivos del club, o como se dice popularmente en buen cubano, “se hicieron de la vista gorda”, pues ellos saben perfectamente que el muchacho lo tiene todo y demostrado está.
En el mencionado período Viciedo promedió, amigos, para 308, con 32 hits en 104 turnos oficiales al rectángulo de bateo, con 7 dobles, 5 jonrones , 13 remolques y slugging de 519.
También les comento que en la vigésimo cuarta versión del juego de las estrellas de la categoría AAA, efectuado hace poco, Viciedo fue escogido por sus resultados para alinear en ese importante partido, junto al también jardinero cubano Yonder Alonso, y pegó de 3-1.
Les agrego que el gerente general de los Medias Blancas, Kenny Williams, ha enfatizado que Dayán le da a la bola mejor que cualquier otro jugador en la organización de Chicago y este año el cubano dice sentirse mejor preparado que cuando fue subido a esta novena grande en junio y agosto del 2010.
Curioso es observar cómo de los cuatro jardineros en el róster activo de los Medias Blancas en estos momentos, ninguno promedia por encima de 280 ofensivamente. Juan Pierre (276), Brent Lillibridge (256), Carlos Quentin (260) y Alex Ríos (208).
Nada, que todos nos preguntamos, ¿qué tendrá que hacer entonces este chico para que lo suban? Creo que los Medias Blancas no sólo se están durmiendo en los laureles en el caso Viciedo, sino que están en parte obstaculizando sus posibilidades de hacerse sentir en la Gran Carpa, pues por su edad (22 años) y los magníficos resultados de hoy, marcha por una etapa de puro ascenso, que sería lastimoso desperdiciar.
Quizás mejor suerte le hubiera deparado a Viciedo con otra organización, quizás fuera en estos instantes jugador activo en otro conjunto de Grandes Ligas.
Ojalá se cumplan más pronto que tarde sus sueños de afianzarse como desea en el mejor béisbol del mundo. Y créanme que no considero que la mala suerte, por llamarlo de algún modo, lo acompañe por mucho más tiempo, pues como bien el muchacho ha expresado, “todo llega, por eso me preparo y doy el máximo en cada salida con el Charlotte, siempre con deseos inmensos de llegar a la Grande”.
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