2011/09/30

Cuba en los Panamericanos: El alegrón de La Habana-1991 (III)

Por RAFAEL ROFES PEREZ

Todo un acontecimiento devino la celebración en Cuba de los XI Juegos Panamericanos en 1991, cuando las ciudades de La Habana, como sede principal, y Santiago de Cuba, subsede, abrigaron a atletas de 39 países, los que compitieron en 32 disciplinas, 31 de ellas de manera oficial y una de exhibición (pelota vasca).

El 2 de agosto de 1991 quedan oficialmente inaugurados estos históricos Juegos en el Estadio Panamericano, al este de La Habana, instalación construida precisamente para la ocasión, con la presencia de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI); Mario Vázquez Raña, presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), además de otras autoridades del deporte en Cuba y la región.

 El hecho más impresionante en esta IX edición lo protagonizaron los deportistas de la mayor de las Antillas, al desbancar del trono a la representación de Estados Unidos. Los de casa acumularon diez preseas doradas más que los norteños, suficientes para comandar el medallero final por naciones, lo que constituyó un digno regalo a su pueblo, que disfrutó a plenitud sus excelentes demostraciones.

Cuba concluyó con 265 medallas (140-62-63). Las doradas fueron conquistadas por el atletismo (18), balonmano (1), béisbol (1), boxeo (11), canotaje (10), ciclismo (3), clavados (1), esgrima (7), gimnástica (9), gimnasia rítmica (6), judo (11), pesas (29), lucha greco (6), lucha libre (3), natación (1), remo (9), taekwondo (3), tiro deportivo (8), velas (1) y voleibol (2).

Estados Unidos computó 352 (130-125-97), después le siguieron de los puestos del tres al ocho, respectivamente, Canadá, 127 (22-46-59); Brasil, 79 (21-21-37); México, 75 (14-23-38); Argentina, 55 (11-15-29); Colombia, 41 (5-15-21), y Venezuela, 38 (4-14-20).

La primera medalla en el atletismo y de los Juegos se la agenció el criollo Alberto Cuba en la agotadora prueba de la maratón (42 km y 195 m), performance que imitó su coterránea Ana Fidelia Quirot, imbatible en los 400 y 800 lisos.

Otros títulos cubanos cayeron en poder de Aliuska López (100 con vallas); Lency Montelier (400 con vallas); Ioamnet Quintero (salto alto); Belsys Laza (bala); Bárbara Echevarría (disco); Dulce María García (jabalina, con récord para los Juegos de 64,78); Roberto Hernández (400); Jaime Jefferson (salto largo), y Javier Sotomayor (salto alto).

Con esta formidable cosecha Cuba superó a la comitiva estadounidense por primera vez en la historia del deporte rey en estas lides.

En el béisbol los peloteros cubanos vencieron fácilmente en sus compromisos de la etapa clasificatoria con marcadores de 8x3, 20x1, 14x0, 16x5, 22x0, 14x6 y 16x2, con excepción del duelo ante Estados Unidos con un apretado 3x2. Ya en semifinales Puerto Rico derrotó a los norteños 7x1, y Cuba definitivamente se alzó con el cetro al batir a los boricuas 18x3.

Colectivamente los antillanos promediaron al bate para 417; en lo individual el líder fue el camarero Antonio Pacheco, y en el pitcheo Jorge Luis Valdés terminó de puntero en promedio de carreras limpias con 0,73.

El deporte de los puños continuó cosechando lauros con ¡11! coronas de 12 posibles. Ganaron la faja Rogelio Marcelo (48 kg), José Ramos (51), Enrique Carrión (54), Arnaldo Mesa (57), Julio González (60), Juan Hernández Sierra (67), Juan Carlos Lemus (71),  Ramón Garbey (75), Orestes Solano (81), Félix Savón (91) y Roberto Balado (más de 91).

Otra sorpresa la deparó el resultado del canotaje, pues Estados Unidos había vencido en Indianápolis-1987 en diez de los eventos programados, y ahora fueron los piragüistas cubanos los que se alzaron con una decena de preseas áureas, nueve de ellas en la rama masculina.

Los pedalistas criollos fueron los punteros en los 4 mil metros persecución individual, por intermedio de Raúl Domínguez y en este mismo evento por equipos, al igual que en la contrarreloj junto a Colombia, al finalizar ambas cuartetas con el mismo tiempo, en tanto los esgrimistas lograron siete títulos, entre estos los de los floretistas Caridad Estrada y Guillermo Betancourt, el espadista Lázaro Castro y los equipos de florete, espada y sable en la rama varonil.

La gimnasia artística tuvo su mayor protagonismo —además del éxito en el concurso por equipos para varones— en Leyanet González (oro en viga de equilibrio, compartido con la norteamericana Stephanie Woods); Damián Merino, titular en anillas y manos libres junto al también estadounidense Mike Racanelli, al terminar ambos con 9 mil 700); Erick López (all around y caballo de salto), y José A. Tejeda (caballo con arzones).

En la gimnasia rítmica Lourdes Medina ganó el all around, delante de la canadiense Mary Fuzeli, y también fue puntera en cuerda, pelota y clavas. Además de estos títulos, las cubanas conquistaron el oro en los concursos general de conjunto, y final de conjunto de cuerda y pelota.

Ya en el judo femenino Cuba comenzó a mostrar su fortaleza cuando se subieron a lo más alto del podio Mabel Fonseca (45 kg), Legna Verdecia (48), Maritza Pérez (52), Ileana Beltrán (61), Odalis Revé (66), Niurka Moreno (72) y Estela Rodríguez en más de 72 kg y la categoría libre.

Entre los hombres obtuvieron igual resultado Belarmino Salgado, en los 95 kilogramos, con su triunfo en la final ante el norteamericano Leo White; Frank Moreno (más de 95) superó al argentino Orlando Baccio, y Jorge Fiss propinó ippón al también norteño Christopher Leininger.

Otro deporte con magnífico desempeño lo fue la halterofilia. Los pesistas obtuvieron nada más y nada menos que ¡29! Medallas de oro de 30 posibles e implantaron un total de 20 nuevos récords panamericanos. Estos estuvieron encabezados por el estelarísimo Pablo Lara, todo un coloso no solo en estas justas, sino también a nivel mundial.

Los luchadores del estilo greco se anexaron seis títulos, entre estos los de Juan Luis Marén, en los 62 kg, y de otro grande, Héctor Milián, en los 100, en tanto sus compañeros de la libre sumaban otros tres a la fructífera cosecha criolla en su propio suelo.

En la natación Mario “Mayito” González hizo estremecer de alegría al público situado en las gradas del Complejo de Piscinas Baraguá, cuando llegó primero en la final de los 200 metros estilo pecho, dejando atrás a figuras como Robert Fox (Canadá), Pablo Minelli (Argentina) y Nelson Deibel (Estados Unidos). De esta forma Mayito obtenía la primera presea de oro para Cuba en los 40 años de competencias de natación en Juegos Panamericanos.

Otro del patio, Rodolfo Falcón, en los 100 m espalda, también se batió por el trono, pero fue superado por el norteamericano Andrew Gill y tuvo que conformarse con un honroso metal plateado.

Reconfortantes fueron igualmente los éxitos de los muchachos del polo acuático al romper la hegemonía de los estadounidenses y de las espectaculares Morenas del Caribe en el voleibol, titulares por sexta ocasión consecutiva, mientras los hombres recuperaron el cetro perdido en Caracas-1983.

El taekwondo, incluido en estas citas desde Indianápolis-1987, deparó varias sorpresas. En aquella justa Estados Unidos logró seis coronas de ocho posibles. Ahora tuvo que conformarse con una y dos segundos lugares, y ver cómo Cuba se proclamaba como monarca por países con tres de oro, dos de plata y una de bronce, entre 23 naciones inscritas.

Los campeones por los cubanos fueron Ise Guilarte, en los 70 kilogramos, vencedor del boliviano William Arencibia; en los 64, Roberto Abréu superó al canadiense Sttephen Goodwin, y Nelson Sáenz, quien triunfó ante el brasileño Lucio Fleitas.

Entre las observaciones y reflexiones más importantes de estos XI Juegos Panamericanos, vale destacar que Estados Unidos consiguió 37 medallas de oro menos que en Indianápolis-1987 (167x130) y 15 menos que en Caracas-1983 (145x130), y los canadienses perdieron ocho títulos de Indianápolis a La Habana, en tanto Brasil incrementó siete preseas de oro en el mismo período.

Asimismo, fue impresionante la actuación del brasileño Robson Caetano da Silva en los 100 y 200 metros planos del atletismo, desplazando a norteamericanos y cubanos, históricos ganadores de esas plazas; la alentadora plata del boliviano William Arencibia en taekwondo; los primeros lugares en la natación de varios latinoamericanos: Gustavo Borges y Rogelio Romero (Brasil), Mario González (Cuba) y Silvia Poll (Costa Rica).

Igualmente la expectación causada por el campeón olímpico surinamés de natación Antonhy Nesty; la victoria del equipo de fútbol de Estados Unidos, y el triunfo del quinteto femenino de baloncesto de Brasil; la ratificación de la calidad de los patinadores sobre ruedas de Argentina, y el sexto éxito consecutivo del voleibol femenino cubano, conquistado por el mismo entrenador principal, el experimentado Eugenio George. (CONTINUARÁ)

(Fuentes: Un siglo de deporte olímpico, Cuba y América Latina, de Fabio Ruiz Vinageras, y Archivo del autor)

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