2011/09/23

Símil justo en otra época


Por RAFAEL ROFES PEREZ
A propósito de la confección del equipo Cuba que representará a nuestra inigualable Isla en los venideros Juegos Panamericamos de Guadalajara, México  y la Copa Mundial de Béisbol, encuentro a granel criterios favorables sobre los escogidos y que esta es una “selección fortísima”, capaz de alegrar nuevamente los corazones de todos los cubanos, tristemente sufridos por el desastre de nuestro béisbol en los últimos años.
Puede ser que quienes nos criamos en Cuba de 1959 a la fecha,  nos acostumbramos la mayoría de las veces a “hacer” noticia cualquier cosa  que realmente no lo fuese, como bien nos decían y nos imponían, e imaginarnos gigantes donde no había simientos ni “abono” para su crecimiento. Casos y cosas de nuestra formación.  Porque, señores,  este equipo recientemente constituido, ni en fantasía podríamos hallarlo tiempos atrás tan debilucho…
Quienes peinamos canas y otros que aún las esperan,  sabemos perfectamente que antes Sí era un dolor de cabeza hacer no uno, sino más de una novena cubana a eventos internacionales, porque la calidad abarrotaba cada traje de aquellos con condiciones de defender las gloriosas cuatro letras. Ahora es simple rutina y letanía, porque a excepción de unos pocos, contados con los dedos de una mano, los demás están más que verdes, por decirlo de algún modo.
No voy ahora a explicar una vez más las causas por las cuales nuestra pelota va “barranca abajo y sin freno”, ya lo he comentado en innumerables ocasiones, pero sí agrego que  aquellos que realmente saben de pelota pueden ver claramente que este  mal ya está enraizado, como el marabú en nuestros campos, y no hay quien le “meta cana” y elimine, porque esto no tiene frenos.
Con la excepción de Pestano, los catchers convocados no tienen la experiencia necesaria para tan encumbrados eventos, aunque soy de los que piensan que la juventud tiene que tener sus oportunidades como en todas las facetas de la vida para demostrar el desarrollo de nuestro béisbol.
Solo pensé varios años atrás, no me fui tan lejos,  y me dije: Caramba, antes estaban Juan Castro, Medina, Albertico, Pedro Luis, Pedro Cruz, Manrique, y otros, muchos de ellos bisoños en aquel entonces, pero la calidad era bien diferente….
Pensé en un cuadro con Kindelán, Pacheco, Germán, Linares, Alexander Ramos,  Vargas, Padilla, Yobal Dueñas, Gabriel Pierre, Eduardo Paret, Yuniesky Betancourt, Alexei Ramírez,  Alejo O’Reilly, Juan Luis Baró, Julio Germán, Kendry Morales, y muchos más, porque de seguro se me olvidan otros tan estelares como estos…
Unos jardines con Casanova, Víctor Mesa, Gourriell, Ermidelio, Junco, Javier Méndez, Fernando Sánchez, Fausto Alvarez, qué se yo cuántos, ayúdenme ustedes…
Y entre los lanzadores demasiado para escoger…, mejor no pongo nombres. Ustedes los conocieron…
En aquellos tiempos había la calidad de sobra, y hasta se confeccionaba un Cuba A y otro B, y la verdad que eran dos trabaucos para respetar en cualquier evento…
Y no comparto en parte aquella teoría de que nuestro país arrasaba en cualquier evento internaconal simple y llanamente porque los contrarios eran de poca monta, bien distante a lo que vemos hoy en similares certámenes…
Sobre este particular recuerdo que hace poco  en un periódico de Estados Unidos, un colega alegaba, según palabras de Leonys Martín, de reciente incorporación a la plantilla de los Rangers de Texas, que el muchacho afirmó que la pelota cubana no tenía  hoy por hoy la calidad suficiente como para compararla con el béisbol de Grandes Ligas ni mucho menos, bien acertado por cierto Leonys en su planteamiento.
Pero, sin embargo, hace dos décadas, otros peloteros de la Isla pensaban que la pelota que ellos jugaban era bien parecida a la de las Mayores, que según dicho colega, solo reflejaban y se hacían llevar por los holgados triunfos en eventos foráneos ante jóvenes rivales… Pero, mi amigo, en aquellos tiempos SI había que "quitarse el sombrero" con nuestros jugadores.
Sí, efectivamente ganaban fácil, pero comoquiera que fuera,  las nuestras eran selecciones de respeto, en una etapa considerada la de mayor brillo después de 1959, y en la que militaban estrellas de primera, por lo que no por casualidad se le ganó en 1999 a los Orioles y un tiempo después se obtuvo un merecidísimo segundo puesto en el I Clásio, que también pudo haber sido un primer lugar.
Desgraciadamente hoy nuestro béisbol es bien distinto al de tiempos atrás, y solo les comento que la Serie Nacional actual cubana  se asemeja más a un torneo de desarrollo que a un campeonato selectivo donde el brillo de sus jugadores pueda garantizar su calidad. 
El tema da para mucho más. Yo por el momento espero que cada cual  reflexione sobre el particular, porque a vos populi, nadie tiene la  verdad absoluta…
Pero antes de  poner mi punto final a este comentario, no considero de más alegar que me uno a aquellos que acertadamente consideran que nuestra pelota ya no es remotamente la misma de épocas atrás, porque créanme que hasta el mismísimo Bobo de la Yuca estaría de nuestra parte.

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