El estelar canastero que quiso ser pelotero

Por RAFAEL ROFES PEREZ

Estoy segurísimo que muchos de ustedes recuerdan con agrado a aquel jugador de baloncesto cubano, cuyo peculiar apodo del “Helicóptero” Vázquez le venía como anillo al dedo, porque con sus prodigiosas “aspas” colaba el balón con una facilidad increíble y en los tiros desde el perímetro de tres era un verdadero bombardero.

Claro, me refiero al capitalino Leopoldo Vázquez, quien tuvo la dicha, entre otras cosas, de representar al pabellón tricolor en numerosas competiciones y formar parte de aquel formidable equipo de Capitalinos en la Liga Superior de finales de los 90, imbatible sobre la cancha y dueño de cinco títulos consecutivos, bajo la batuta del “Mago” Miguelito Calderón.

 Esta vez el “Helicóptero” dejó de azotar los aros contrarios para permitirme “tirar” desde mi condición de entrevistador y poder adentrarme así un poco más en su nueva vida en Toronto, Canadá, donde reside actualmente junto a su esposa e hijo hace más de 12 años.

Recuerdo que tiempos atrás me comentaste que quisiste ser pelotero…

“Sí, es que siempre pensé que iba a ser pelotero, era mi deporte preferido y me la pasaba jugando con los amigos del barrio desde bien pequeño… Quería ser grande en ese mundo…”

¿Pero qué pasó a tus 9 años?

“Me captaron a esa edad para la pre-EIDE de Santiago de las Vegas, allá en Boyeros. Al primer día de haber llegado allí me junté con el grupo de los peloteros, y cuando fuimos hasta el estadio de Santiago de las Vegas, no aparecía yo en esa lista, pero gracias al entrenador Chavito me quedé entre los seleccionados… Pero al día siguiente los coaches de baloncesto salieron a buscarme, y me puse bien bravo. Fueron a hablar con mi papa, y el viejo lo hizo después conmigo hasta que a duras penas le dije que jugaría baloncesto solo para complacerlo a él, pero que mi inclinación seguía siendo por la pelota. Así comencé mi vida como canastero.

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“Pero recuerdo que aún así los martes y jueves jugaba béisbol en el estadio de Santiago, en el denominado  mini-béisbol, pues Chavito tenía esperanza que volviera a la pelota.”

¿Te gustaban los Industriales?

“Por supuesto, los comencé a seguir con mucha pasión desde la etapa en que jugaba con ellos el antesalista Dagoberto Echemendía. Después me realacioné mucho más con los peloteros de Metropolitanos e Industriales, o sea, los de mi generación.”

¿Con quiénes?

“Unos cuantos, ahora recuerdo a Rey Ordoñez, Iván Alvarez, Lázaro Valle, El Duke y Liván Hernández, Lázaro Vargas, Germán Mesa, entre otros”.

¿Ibas mucho al estadio Latinoamericano?

“Cada  vez que podía iba. Recuerdo una vez que lanzaba El Duke contra Las Villas, creo que en el año 89 o 90, si la memoria no me falla, tremendo juegazo, pero finalmente ganaron los visitantes, quienes contaban en sus filas, entre otros, con Antonio Munoz y compania”.

¿Y ahora qué pelota sigues?

“Me gustan las Grandes Ligas, la calidad de los jugadores allí es fenomenal. En lo personal simpatizo mucho con los Filies, porque es un team que me recuerda a Industriales. Y dondequiera que haya un cubano, sigo a ese conjunto”.

¿Qué crees de la pelota cubana actual?

“No me gusta mucho hacer comparaciones, pero de una forma u otra a nuestro béisbol le está sucediendo lo mismo que le ocurrió a nuestro baloncesto después de la Olimpiada de Munich-72. La pelota cubana siempre se ha jugado con pasión,  pero las condiciones ahora son diferentes en todos los sentidos . Los demás países se han desarrollado bastante, y el nuestro un poco que se ha estancado. Cada vez son más los jugadores que abandonan la Isla para participar en otro tipo de béisbol, algo que no veo mal, todo lo contrario”.

¿Entonces admites que la de antes, la que tú veías en el Latino, tenía más calidad que la actual?

“Seguro que sí. Hoy en día ves a un Carlos Beltrán en las Grandes Ligas atrapando la pelota sensacionalmente más allá de la cerca, pero eso lo hacía como todo un maestro Víctor Mesa 20 años atrás, por solo ponerte un ejemplo.”

¿Mantienes grabadas aún tus buenas actuaciones en el baloncesto cubano?

“Recuerdo todavía que en la Liga Superior gané en varias ocasiones el casillero de mejor tirador en por ciento de tiros libres y lances de tres puntos y  una vez encesté  9 canastas de tres en un juego”.

¿Que representó el quinteto de Capitalinos en tu vida”.

”Capitalinos quedó grabado para siempre en mi alma como algo inmenso e inolvidable en mi vida. Me dio una alegría y satisfacción increíbles que aún guardo en mi corazón. Eramos un grupo muy compacto que veníamos jugando unidos desde la EIDE y con la óptica y visión de disfrutar el basquet al máximo cuando  salíamos a la cancha, por eso nos ganamos siempre el respeto y admiración de todos¬¬ los aficionados”.

¿Después que saliste de Cuba no jugaste más basketbol?

“Sí, jugué con el colegio Durham aquí Canadá. Después lo intenté en la República Dominicana en varias ocasiones. El tabloncillo siempre me ha llamado”.

Si vuelves a nacer, ¿que escogerías, la pelota o el baloncesto?

“Pues me inclinaría sin dudas por el béisbol o el  fútbol soccer”¬¬

 ¿Qué le quisieras decir a la gente de Cuba que tanto te admiró y admira?

“Esa gran gente, ese gran público, fue mi segunda familia. Ellos compartieron los buenos y los malos momentos de mi carrera deportiva y a ellos les debo y agradezco mucho. También me reconforta sobremanera saber que hoy me siguen recordando como jugador de baloncesto”.