2011/12/24

Reportado Norge Luis Vera de muy grave

SANTIAGO DE CUBA.— El estelar lanzador del equipo santiaguero y exintegrante de la selección nacional de béisbol, Norge Luis Vera Peralta, fue reportado anoche de muy grave con pronósticos reservados, como consecuencia del accidente de tránsito sufrido al final de la tarde del jueves último. 

Vera se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Provincial Saturnino Lora, cuyo vicedirector quirúrgico, doctor Juan Enrique Meléndez Borges, informó que presenta un trauma craneoencefálico severo y luxaciones y fracturas de la cadera y el húmero izquierdo. 

El especialista añadió que la Tomografía Axial Computarizada (TAC), realizada momentos después del accidente, reflejó la presencia de un edema cerebral, y durante el día de ayer comenzó a disminuir su nivel de conciencia, requiriendo una TAC evolutiva que presentó foco contusional frontal y temporal derecho. 
En estos momentos se encuentra acoplado a equipos de ventilación artificial mecánica y sus parámetros vitales se mantienen estables.(Eduardo Palomares)

SITUACION DE VERA SE AGRAVA

Contrariamente a las tranquilizadoras noticias que circularon ayer sobre el estado de salud del lanzador Norge Luís Vera a raiz del accidente de tránsito que sufrió - según las cuales su vida estaba fuera de peligro - hoy se hace público un reporte médico sumamente preocupante que consterna a todos sus admiradores, entre los cuales me cuento.Las noticias de la víspera explican el tono y la titulación inicial del presente artículo subido a la red en las primeras horas de la noche de ayer, aspecto este último que he modificado consecuentemente.

A continuación el artículo originario.

El lamentable accidente sufrido este jueves por el renombrado lanzador santiaguero Norge Luís Vera pone fin a las esperanzas de la dirección del beisbol en Santiago de Cuba y de una mayoritaria parte de la afición de este territorio de poder contar con sus servicios en la presente temporada, obviamente última en que el astro estaría disponible, según su expresa voluntad de emprender el camino del adiós.

Apoyar a su equipo en la Serie 51, sólo después de perfilar el horizonte personal en la nueva etapa que emprendería al hacer mutis del deporte activo, era presumiblemente la intención del ídolo de Siboney por más que envolventes y contradictorias declaraciones hayan querido convencer a la opinión pública de otra cosa.

La magnitud del accidente, aunque no pone en riesgo su vida, logra lo que no conseguiría en el corto plazo el  ¨desentrenamiento¨: privarlo de la forma deportiva en medio de un calendario que avanza inexorablemente.

Ojalá me equivoque.

Cierro esta nota con mis mejores deseos de restablecimiento para esta gloria deportiva. (José Raúl Castillo)

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