Por RAFAEL ROFES PEREZ
Por estos días en que la efervescencia de las Grandes Ligas va subiendo
de tono, el seguimiento a la labor de
nuestros compatriotas en los diferentes clubes a los cuales pertenecen,
ya sea en las Mayores o en las ligas Menores, nos roba parte de nuestro tiempo para
actualizarnos acerca de su quehacer en este fascinante mundo de las bolas y los
strikes.
Mucho se ha escrito en estos inicios de temporada con relación a los
peloteros cubanos, nacidos o no en la Isla, que muestran sus virtudes sobre el
terreno de juego, cifra que para beneplácito nuestro se ha incrementado en esta
temporada 2012.
Tengo la dicha de haber conocido y visto jugar a la gran mayoría de los
peloteros que se formaron en Cuba, no
así a los nacidos en este país, a esos que no por ello dejan de ser cubanos,
porque por sus venas también circula sangre criolla, según mi concepto. Y les
confieso, como seguramente les ha
sucedido a ustedes, que he descubierto en esta campaña a más de uno con algo de
común en nosotros, entiéndase Eric Hosmer, J P Arencibia o el mismo Alex Avila,
por solo citar a tres.
Por tal motivo me he dado a la tarea de continuar indagando al respecto,
y hoy quiero compatir con ustedes el hallazgo de otro jugador, que si se guían
por la apariencia de su foto bien podrían interpretar que se trata de otro de
los asiáticos que últimamente han
incrementado también su cifra de beisbolistas en la pelota más fuerte del
mundo.
Les hablo de Ricky Oropesa (Efrin Ricardo), nacido en Rancho Cucamonga,
California, en 1989, un excelente inicialista de más de seis pies de estatura,
225 libras de peso que tira a la derecha, batea a la zurda y pertenece a la organización
de los Gigantes de San Francisco.
Hijo de madre filipina y padre CUBANO, Ricky es hoy una de las grandes promesas que un futuro no
muy lejano podría dar el gran salto y brillar como desea en las Mayores.
Actualmente juega para el conjunto San José Giants (Class A Advanced California League).
Tuvo tres exitosas temporadas en
la Universidad del Sur de California, la
USC, donde se graduó y fue reclutado en el Draft del 2011. Sus mayores virtudes
radican en su recia ofensiva , la que sobrealió en el 2011 al promediar 322,
con siete jonrones y 44 carreras empujadas, por lo que
independientemente de poseer un excelente brazo es poco probable pueda ser
movido en un futuro de la primera almohadilla.
Muchos son del criterio que si sigue con esta progresión, no es de
dudar que pueda convertirse en otra estrella como Albert Pujols o Prince
Fielder.
En el San José Giants batea en estos momentos, como quinto en el line
up, para 271, producto de 26 inatrapables en 96 comparecencias al rectángulo de
bateo, con seis dobles, un cuadrangular, 14 impulsadas y slugging de 365.
Eperemos que el muchacho llegue más temprano que tarde a la Grande.
Seguiré tras su huella.
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