2012/05/07

Ricky Oropesa, otro con sangre cubana


Por RAFAEL ROFES PEREZ

Por estos días en que la efervescencia de las Grandes Ligas va subiendo de tono,  el seguimiento a la labor de nuestros compatriotas en los diferentes clubes a los cuales pertenecen, ya sea en las Mayores o en las ligas Menores, nos roba  parte de nuestro tiempo para actualizarnos acerca de su quehacer en este fascinante mundo de las bolas y los strikes.

Mucho se ha escrito en estos inicios de temporada con relación a los peloteros cubanos, nacidos o no en la Isla, que muestran sus virtudes sobre el terreno de juego, cifra que para beneplácito nuestro se ha incrementado en esta temporada 2012.

Tengo la dicha de haber conocido y visto jugar a la gran mayoría de los peloteros  que se formaron en Cuba, no así a los nacidos en este país, a esos que no por ello dejan de ser cubanos, porque por sus venas también circula sangre criolla, según mi concepto. Y les confieso,  como seguramente les ha sucedido a ustedes, que he descubierto en esta campaña a más de uno con algo de común en nosotros, entiéndase Eric Hosmer, J P Arencibia o el mismo Alex Avila, por solo citar a tres.

Por tal motivo me he dado a la tarea de continuar indagando al respecto, y hoy quiero compatir con ustedes el hallazgo de otro jugador, que si se guían por la apariencia de su foto bien podrían interpretar que se trata de otro de los asiáticos que últimamente han incrementado también su cifra de beisbolistas en la pelota más fuerte del mundo.

Les hablo de Ricky Oropesa (Efrin Ricardo), nacido en Rancho Cucamonga, California, en 1989, un excelente inicialista de más de seis pies de estatura, 225 libras de peso que tira a la derecha,  batea a la zurda y pertenece a la organización de los Gigantes de San Francisco.

Hijo de madre filipina y padre CUBANO, Ricky es hoy  una de las grandes promesas que un futuro no muy lejano podría dar el gran salto y brillar como desea en las Mayores. Actualmente juega para el conjunto San José Giants (Class A  Advanced California League).

Tuvo tres exitosas  temporadas en la Universidad del  Sur de California, la USC, donde se graduó y fue reclutado en el Draft del 2011. Sus mayores virtudes radican en su recia ofensiva , la que sobrealió en el 2011 al promediar 322, con siete jonrones  y  44 carreras empujadas, por lo que independientemente de poseer un excelente brazo es poco probable pueda ser movido en un futuro de la primera almohadilla.

Muchos son del criterio que si sigue con esta progresión, no es de dudar que pueda convertirse en otra estrella como Albert Pujols o Prince Fielder.

En el San José Giants batea en estos momentos, como quinto en el line up, para 271, producto de 26 inatrapables en 96 comparecencias al rectángulo de bateo, con seis dobles, un cuadrangular, 14 impulsadas y slugging de 365.

Eperemos que el muchacho llegue más temprano que tarde a la Grande. Seguiré  tras su huella.

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