Cuando solo restan escasos partidos a la etapa regular de la presente temporada de las Grandes Ligas, tres artilleros cubanos vienen sonando y de qué manera el madero. Este trío ha despachado para la calle un total de 66 pelotas con perfecta equidad, pues cada uno lo ha conseguido hasta el momento en 22 oportunidades.
Claro que me refiero a Yoenis Céspedes, Dayán
Viciedo y Kendry Morales, convertidos en hombres imprescindibles en el line up de los
Atléticos de Oakland, Medias Blancas de Chicago y Angels de Anaheim,
respectivamente.
Céspedes ha demostrado ser realmente un
pelotero increíble, de esos que abundan poco. Su entrada triunfal a las Grandes
Ligas en calidad de Novato sin antes pasar por las Menores, ha dejado
boquiabiertos a algunos entendidos, quienes dudaron en un principio de sus
potencialidades y hasta alegaron que la inversión hecha por él
había sido una locura.
Si hoy
Oakland se mantiene con vida en sus aspiraciones de llegar a la postemporada,
en mucho se debe a la contribución del granmense, quien colocado practicamente
todo el tiempo como cuarto bate en esa alineación, no ha dejado margen a la
duda con su formidable paso y se ha
ganado el respeto y la admiración de los seguidores de la novena californiana.
Yoenis bateaba hasta este viernes para 286 y además de esos 22 cuadrangulares, lleva 24 dobles, 4 triples, 80 carreras impulsadas y exhibe slugging de 495. ¿Qué más se le podría pedir?
Dayán Viciedo ha aprovechado muy bien su
entrada a la titularidad con el conjunto de la Ciudad de los Vientos. El ídolo
de Remedios poco a poco ha ido “entrando en caja” en esta pelota y sus
numeritos actuales hablan encomiásticamente de su poder ofensivo.
Sin dudas este ha sido su año de consagración
y aún a sus 23 primaveras le queda un mundo por delante. Y a mí se me antoja
decir que la venidera contienda podría ser mucho más productiva para él. Y estimo será el momento preciso para que su curva de rendimiento se
eleve considerablemente.
Dayán tiene ahora 69 impulsadas, 11 menos que
Yoenis y a tres de Kendry, lleva 17
dobles, un triple y compila para 253 de promedio.
Su
bateo de largo alcance ha ayudado con creces a su equipo. En varias
oportunidades sus oportunos jonronazos
han permitido la victoria a los Medias Blancas que archivan 83 sonrisas y 74
descalabros y luchan denodadamente ante los Tigres de Detroit por la supremacía
en la División Central de la Liga Americana.
Por su parte Kendry Morales sigue dándole bien
fuerte a la bola. Ni la entrada de Albert Pujols, ni la permanencia de Mark
Trumbo y el excelente paso ofensivo de otros compañeros de equipo han
imposibilitado al ex industrialista
jugar.
Y no
solo jugar, pues a este también le dejaron la “papa caliente” como cuarto bate
y lo ha hecho de maravillas, despedazando los comentarios de que tras un año de
inactividad se le presagiaba un futuro incierto.
Es que Kendry
desde que comezó a jugar pelota fue siempre un peloterazo, un “fuera de
liga”, como se dice popularmente. Y créanme que hoy su director Mike
Scioscia estará pensando que lo mejor
que se hizo fue dejarlo en su equipo y no traspasarlo a otro como se rumoró en
su momento.
Kendry promedia actualmente para 276, con 25
dobles, un triple, 72 impulsadas, slugging de 475 y en los últimos diez
partidos ha disparado 4 vuelacercas, lleva 8 impulsadas y su average es de 265.
Si en Cuba tuvimos tres grandes peloteros que
los apodaban los Tres Mosqueteros: Wilfredo Sánchez, Rigoberto Rosique y Félix
Isasi, hoy les pido su permiso con todo mi respeto para al menos mencionar a Céspedes, a Viciedo
y a Kendry como otros Tres Mosqueteros cubanos del jonrón en el béisbol de
Grandes Ligas.
Antes de finalizar no puedo dejar de mencionar
la labor de otro compatriota, el estelar jardinero de los Yanquis de Nueva
York, Raúl Ibañez, quien ha disparado ya
18 jonrones y por ende merece igualmente todo nuestro reconocimiento.
Es este sin dudas, otro peloterazo de la gorra
a los spikes, que hoy en día a sus 40 años continúa brillando y sigue siendo orgullo de los
Estados Unidos y de toda Cuba.
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