Por MIGUEL ERNESTO GOMEZ MASJUAN, Especial para Pasaje
Deportivo
Los Rojos de
Cincinnati se han unido a la lista de equipos en Grandes Ligas que cargan con
una “maldición”. Allí podríamos incluir, en primer lugar, a los Cachorros de
Chicago; pero ahora me parece que los Rojos se han “ganado” un lugar entre los
“malditos”. Si alguien lo duda, entonces le sugiero que revise los últimos tres
partidos del playoff divisional contra los Gigantes de San Francisco.
Parecía que,
en 2012, las cosas serían diferentes para los Rojos. Ganaron cómodamente el
Centro de la Liga Nacional y luego tomaron ventaja de 2 por 0 sobre los
Gigantes. Las victorias, como visitantes, fueron convincentes. Solo faltaba un
triunfo, como local; sin embargo, esa victoria no llegó.
Los Rojos
nunca perdieron tres partidos consecutivos en casa, durante la campaña regular;
pero ante los Gigantes lucieron muy mal. El partido clave fue el tercero,
porque sencillamente desperdiciaron la espectacular actuación del abridor
Bailey.
En ese duelo, la ofensiva nunca apareció y luego el error de Scott
Rollen abrió el camino a la carrera del triunfo, en extra innings.
La victoria
despertó a los Gigantes. Al día siguiente, Tim Lincecum relevó a Barry Zito y
poco pudieron hacer los Rojos. Para el quinto desafío muchos consideraron como
favorito a San Francisco.
Esa condición quedó ratificada después del
cuadrangular con bases llenas de Buster Posey, quien sin dudas merece el premio
como mejor regreso del año.
¿Recuerdan la fortísima colisión del receptor, con
un jugador de los Marlins, en 2011? Es difícil recuperarse de ese tipo de
lesiones; pero Posey lo hizo y su retorno ha sido formidable: líder ofensivo de
los Gigantes (tras el fraude de Melky Cabrera).
¿Qué decir
de los Rojos? La decepción de los fanáticos con esa franquicia debe ser enorme.
Llevan 17 años sin ganar un desafío de playoff en casa y ahora la derrota
quizás duela más, porque estuvieron cerca, muy cerca, de jugar por el título de
la Liga Nacional.
Desaprovecharon varias ocasiones y, en lugar de retornar al
terreno, tendrán todo el invierno para analizar qué salió mal. Es una
“maldición”, dirían algunos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario