Juan Izquierdo era un
hombre muy simpático y un ampaya de buen conteo y decisión.
En el mes de
diciembre uno de los fríos más grande que se recuerden en Villa Clara se posaba
sobre la grama del estadio Sandino de Santa Clara. Jugaban Orientales y
Azucareros.
Juanelo actuando entonces como umpire de primera
base, rememora esta simpática anécdota
que aún corre de boca en boca entre los árbitros cubanos.
En el quinto inning,
en medio de aquel congelador rectangular, Muñoz conectó una terrorífica línea
por la inicial.
Izquierdo observó el batazo con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo, y sin sacarlas de ahí se viró de lado y con el pie de su mismo apellido decretó: ¡Foul!
Izquierdo observó el batazo con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo, y sin sacarlas de ahí se viró de lado y con el pie de su mismo apellido decretó: ¡Foul!
Ya en el octavo episodio, el equipo del patio recibía la clásica paliza, y como era tanto el carreraje, el desafío transcurría a paso de tortuga. En las gradas solo había tres o cuatro personas; la mayoría familia de los peloteros que estaban en el terreno.
Al filo de las 12 de
la noche se produjo una jugada apretada en primera base, e Izquierdo, enérgicamente, decretó: “¡Safe!”.
Desde ese instante, Jesús Oviedo, el inicialista del conjunto local, la emprendió con él diciéndole todos los improperios que le venían a la mente.
En la medida en que
Oviedo aumentaba sus ofensas, Izquierdo daba pasitos hacia atrás haciéndose el
desentendido.
Mas, el fornido pelotero se le volvía a pegar, y sin
mirarlo, decía: “Aquí cualquiera es árbitro. Yo quisiera saber quién le dijo a
este negro mono que él era ampaya.”
Entonces Izquierdo se
le pegó y le dijo al oído: “Dime lo que tú quieras, miéntame la madre si te
parece, pero este frío es pa’ los dos hasta que se acabe el juego, ¿me oíste? ”.
(*José
Antonio Fulgueiras, tomado de su libro Los Hombres de Negro, Premio Memoria del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau)
4 comentarios:
jejejejejejeejejejejeejejejeje
Recuerdo una anecdota comentada por él, cuando impartia un curso, decia que en el Latino en una jugada en 2da decretó safe con la boca, pero levantó el brazo y el corredor le dijo, Izquierdo usted dio quieto, y el le contesto, "Si, pero ese graderio lleno de gente me vió levantar el brazo, así que eres out"
Esa anécdota de decretar safe con la voz y quieto con las manos en realidad sucedió en la pelota profesional y, si la m
emoria no me falla, el ampaya era el Chino Atán
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