“La Araña” Díaz tejió una hermosa historia beisbolera

La "Araña" Díaz (izq) junto a Osmany Hernández

Por RAFAEL ROFES PEREZ

Tuve la suerte de conocer personalmente a Jorge Díaz Olano mucho antes de su debut en las series nacionales. Fueron varias las ocasiones en las que nos enfrentamos como contrarios en el softbol. El como camarero del equipo del periódico Vanguardia y yo como torpedero y en otras como director de Melaíto, publicación humorística del centro de la Isla.

Lo de “Araña” llegó gracias a sus formidables manos y jugadas alrededor de la segunda base, pues era realmente impresionante guante en mano. Con ese mote o sobrenombre lo identificó el colega José Antonio Fulgueiras, quien por la época de los 90 se encargó de llenar de apodos a una buena parte de los peloteros del  Villa Clara.

Oscar Machado (La Pantera de Villa Alegre), Angel López (El Diablo), Rolando Arrojo (El Tifón de San Juan), Osmany García (El Laurel Placeteño),  Eduardo Paret (El Pionero), Rafael Orlando Acebey  (El Pulpo), Jorge Pérez (El Charro), Jorge Luis Toca (El Gigante Remediano), fueron algunos de los escogidos por Fulgueiras, todos integrantes de aquel equipo de Villa Clara, que bajo la égida de Pedro Jova ganó tres coronas seguidas (1993, 1994 y 1995).

En los predios beisboleros de Sagua la Grande, en el softbol  y entre sus amigos, todos identificábamos a Jorge Díaz Olano como Casanova, antes de aperecer lo de “Arana”. Fue siempre gran admirador del estelarísimo jardinero pinareño Luis Giraldo Casanova y por ese motivo se sentía halagado cuando lo llamaban como tal.

Recuerdo que en una ocasión el amigo Jesús Pérez –gran conocedor del softbol recreativo-participativo y uno de sus fundadores en Santa Clara- le echó el ojo a Díaz Olano y lo trajo para que defendiera el segundo cojín en representación del equipo del rotativo provincial Vanguardia.

Jesús fue formando así un verdadero trabuco. Cada vez se hacía más difícil ganarle a Vanguardia en torneos de la prensa y en las copas de la bola blanda que abundaban a montones por aquella época.

Nunca podré olvidar que en un juego en un torneo de la prensa que tuvo por sede a la Fábrica de Calderas en Sagua la Grande, que definía el pase a la final, Jorge Díaz se encargó de liquidar a mi equipo Melaíto con una sensacional jugada de doble play en combinación con el torpedero Néstor Díaz (Nety), por cierto tío de Aledmis Díaz.

Vanguardia ganaba 1x0 por jonrón de otro sagüero, Jesús  “Susy” Gutiérrez –muerto posteriormente  en Venezuela-, pero en la parte baja del séptimo, mi equipo tenía bases llenas, un solo out y bateando uno de nuestros mejores softbolistas –Medina-, quien conecta rolling bien difícil por el campo corte tras el cual Díaz tira como puede a segunda. Pero allí estaba Jorge Díaz, quien magistralmente se volteó como un felino luego de atrapar la pelota para sacar un espectacular doble play que dejó a mis compañeros en “shock”, pues fue fenomenal y electrizante, además de habernos impedido llegar a la gran final.

Y ya que les he contado esta interesante anécdota de Jorge Díaz, deseo ahora compartir con ustedes parte de una interesantísima entrevista que le hiciera el colega Jorge Ebro a través de ESPNDDeportes Radio Miami, la cual me hizo llegar el fraterno Osmany Hernández, por cierto también hijo de la Villa del Undoso  e integrante de aquel equipo de Vanguardia del cual les conté.

En dicha entrevista Jorge rememoró a aquel conjunto de Villa Clara de los años 90, con Pedro Jova como director: “Teníamos un equipo bueno, defensivo, mucho bateo, con un gran pitcheo”, apuntó.

Dijo sentirse muy seguro en su posición, más cuando tenía a Paret para hacer dobles matanzas, además de contar ese cuadro con otros dos destacados como Acebey y Toca.

Respecto a Pedro Jova, expresó que fue un gran jugador y como director tremenda persona, humilde, tranquilo y que siempre les dio a todos  una gran confianza para jugar  y sin presión. Del mismo modo fue muy exigente y con él había que jugar pelota de verdad.

Jorge Díaz fue igualmente fiel admirador de Antonio Pacheco y Orestes Kindelán y comentó que en su época había muchos lanzadores difíciles pero Orlando “El Duque” Hernández  resultó el más complicado para él, por lo que usualmente trataba de ligarle a base de toques de bola.

Rememoró con alegría aquel jonronazo que le dio a Pedro Luis Lazo, motivo por el cual le entregaron una casa. “Fue en los play offs, me tiró una recta dura, hice mi swing normal pero la bola se fue. Aquello fue lo máximo para mí”, apuntó.

Expresó  que su llegada a Estados Unidos se produjo un poco tarde ya, sobre lo que piensa todos los días. En las Menores estuvo con la franquicia de Texas. Fue invitado a un entrenamiento de Grandes Ligas y ese fue para él un cambio total  y grande. Todo muy diferente en Cuba, incluida su táctica.

Sobre su hijo Yandy Díaz –también ex jugador de Villa Clara-, quien se encuentra en estos momentos en República Dominicana –en San Pedro de Macorís- dijo que según opiniones de la gente va a ser mejor que él.