Por RAFAEL ROFES PEREZ
“Desde que salí de Cuba mi mayor aspiración en la vida ha sido tocar la gloria en el béisbol de las Grandes Ligas, como hacen hoy varios compatriotas, para eso me esfuerzo y sacrifico cada día aquí en República Dominicana, país al que mucho tenemos que agradecer, pues gracias a él nuestros sueños se podrían hacer realidad…”
Fueron estas las primeras palabras que “lanzó” el locuaz serpentinero derecho Alexei Gil Pérez, en amena plática cuajada de optimismo y elocuentes gestos que demostraron a las claras, que aún, a sus 26 años tiene la convicción de llegar a las Mayores.
Pero también tiene muy presente en su memoria cómo escapó de la Isla en una lancha el 24 de septiembre del 2008 rumbo a México, junto a otros dos peloteros, el torpedero del equipo Industriales, Yasmani Guerra y el lanzador de Metropolitanos, Angel Argüelles.
“Mira, lanzarse a navegar así siempre es arriesgado, pero pensé muy bien lo que iba a hacer y en mis objetivos. No había otra manera para salir. Felizmente llegamos sin mayores contratiempos a Cancún, porque créame, la mar se portó muy bien con nosotros, estaba serenita y por suerte nada nos impidió llegar”, comentó sonriente.
Oriundo de La Lisa, en la capital cubana, rememoró cómo comenzó a jugar pelota ya de manera organizada con tan solo 11 abriles en los terrenos del Náutico, en Playa, hasta los 17, cuando debutó con el conjunto liseño en las lides provinciales de primera categoría, y unos años después integró el equipo de Holguín en las Series Nacionales de Cuba.
“Fueron tres mis temporadas en la Isla, pues después jugué dos años con Industriales, me sentí muy bien durante ese tiempo, y recuerdo que en mi última serie gané 6 juegos, perdí 3, salvé 8, y tales resultados me llevaron al Juego de las Estrellas, y no solo eso, si no que fui el pitcher triunfador en ese importante duelo, con los de mejor rendimiento en esa campaña”, dijo satisfecho Alexei.
Sin embargo, ya no volvería a usar jamás el uniforme azul del mencionado Industriales, el más querido y odiado team de la pelota en Cuba, y por demás máximo ganador con 12 coronas en sus vitrinas, pues otras metas más ambiciosas le podrían propiciar un futuro mucho mejor .
“Desde que llegué a Dominicana me he dedicado por entero a entrenar como nunca antes, con el afán de lograr lo que quiero. El jugar en la Liga de aquí, que por cierto tiene tremenda calidad, me ha servido de mucho, sé que mi nivel de juego ha aumentado y la experiencia adquirida me podría dar posibilidades de llegar más lejos…
“Eso lo tenemos bien claro todos los cubanos que estamos en esta tierra, sabemos que en esta Liga dominicana tenemos que luchar por hacer las cosas lo mejor posible, porque las fallas aquí cuestan bien caras, y en un abrir y cerrar de ojos puedes perder un juego, como he comentado en varias ocasiones con mi colega y amigo Deinys Suárez, felizmente ahora en las Menores con el Rochester Red Wings, de los Mellizos de Minnesota”.
Fiel admirador de siempre del lanzador derecho Jose Ariel Contreras, hoy plantilla de los Phillies de Filadelfia, Alexei se prepara ahora para la próxima temporada beisbolera en República Dominicana, donde vestirá nuevamente el uniforme del conjunto de los Leones del Escogido, una de las tantas buenas novenas que prestigian la liga de aquel hermano país.
“Me he propuesto seriamente tratar de tener mi mejor año aquí, creo que lo puedo lograr. En mi mente se mantiene fija la idea de jugar en Estados Unidos con el equipo que necesite de mis servicios, aunque te digo que siempre me han gustado los Angels, entre otros. Imagínate poder alinear algún día junto a Kendry Morales, eso sería fantástico”, agregó.
Alexei es dueño de una bola rápida que supera las 90 millas, tiene buena curva y también hace buen uso del cambio y la split finger, y lo mismo puede ser utilizado como cerrador, de relevo intermedio que como abridor.
“Por ahora estoy dispuesto a realizar las funciones que hagan falta al equipo de los Leones. Lo importante es tener buen rendimiento, jugar para el equipo, ganar y dejar en cada salida una buena imagen”, afirmó el espigado serpentinero.
Pero sea cual sea su designación, se mostró seguro de poder ganar varios juegos, como nunca antes…
“Tenga la seguridad que unas cuantas victorias alcanzaré, y serán mi mayor estímulo para seguir adelante y pensar con seriedad en el futuro que anhelo. Y si las cosas me salen bien como espero, quizás el destino me tenga preparadas lindas sorpresas”, señaló un tanto emocionado.
Aún sin haber logrado del todo sus propósitos, le satisface que ya varios equipos de las Grandes Ligas se han interesado en él, como los Diamondbacks de Arizona, los Yankees de Nueva York y los Tampa Bay, así que no se descarta que en algún momento pueda dar el salto tan esperado.
Pero como a todo ser humano, la búsqueda de nuevos horizontes en otras tierras le deparó a Alexei imprevistos y hasta sentir nostalgia, bien distante de sus raíces y seres más queridos.
“Es duro estar lejos de la tierra que nos vio nacer, y el solo hecho de pensar en que no sé cuándo podré ver de nuevo a mi familia, duele bien profundo. Ese es otro obstáculo que debemos enfrentar y tenemos que superar, pero no resulta nada fácil.
“No obstante, me reconforta el apoyo que he recibido en todo momento de esa familia, que siempre ha estado de acuerdo con mis pasos y decisiones, de mis amigos, amistades, y los deseos enormes de lograr mis metas, por eso creo que el sacrificio no es en balde, y si llego a la Grande, quiero que sepan que jamás defraudaré a mi gente”, sentenció finalmente Alexei.
1 comentario:
una lastima no haber podido sacar pasajes a Cancun para verlo jugar.. el beibol es mi deporte favorito y en Argentina no hay equipos casi no se juega tan seguido
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