Por RAFAEL ROFES PÉREZ
Para que usted, amigo lector, conozca los aspectos más relevantes acerca del accionar de Cuba en Juegos Panamericanos —a propósito de su inauguración dentro de pocos días en Guadalajara, México, en su edición número XVI—, pongo a su consideración una serie de cuatro trabajos que inicio con este, enmarcado en las primeras cinco justas en las cuales tomó parte la mayor de las Antillas.
SIMIENTE DE LOS JUEGOS
SIMIENTE DE LOS JUEGOS
Con el objetivo de unificar en un evento multidisciplinario a todos los países del área americana, surge la competencia deportiva de nuestro continente, la que debió ver la luz en el año 1942, y que al igual que las Olimpiadas Mundiales del 40 y del 44, y los Centroamericanos del 42, vio frustrada su convocatoria a causa de la II Guerra Mundial.
BUENOS AIRES-1951
BUENOS AIRES-1951
Después de nueve años de espera, se inauguran los I Juegos Deportivos Panamericanos en Buenos Aires, Argentina, del 25 de febrero al 9 de marzo de 1951. Allí se competiría en diecinueve disciplinas y se consignaba que dicho evento se realizaría con una periodicidad de cuatro años, siempre el previo a las Olimpiadas.
Cuba, que había estado presente en los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, y en los Centroamericanos y del Caribe de Guatemala, en 1950, asiste a la cita argentina con una comitiva integrada por 79 atletas en 12 deportes: atletismo, baloncesto, béisbol, pesas, ciclismo, lucha libre, esgrima, gimnástica, boxeo, tiro, natación, y tiro militar.
Cuba, que había estado presente en los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, y en los Centroamericanos y del Caribe de Guatemala, en 1950, asiste a la cita argentina con una comitiva integrada por 79 atletas en 12 deportes: atletismo, baloncesto, béisbol, pesas, ciclismo, lucha libre, esgrima, gimnástica, boxeo, tiro, natación, y tiro militar.
El primer gran alegrón de la delegación cubana lo proporcionó el velocista Rafael Fortún Chacón, al ganar los 100 metros planos en el atletismo, con tiempo de 10,60, y constituir esta la primera presea dorada de los criollos en estas justas. Posteriormente el camagüeyano también triunfó en los 200 lisos, y su estupenda faena en el relevo de 4x100 contribuyó sobremanera a la plata de Cuba en esa especialidad.
Otra magnífica faena rindieron los gimnastas, quienes se colgaron al cuello el oro en salto al caballo, caballo con arzones y anillas. Es este último aparato conquistaron además la plata y el bronce, mientras los peloteros también aportaron lo suyo al agenciarse la corona.
El país sede encabezó el medallero general, con 64 metales dorados, 44 plateados y 35 bronceados, seguido por Estados Unidos (45-32-25), Chile (8-19-12), y Cuba (6-7-8).
CIUDAD DE MÉXICO-1955
Tras los augurios de un cuarto escaño general por países en la confrontación precedente, los antillanos arribaron a territorio azteca para confraternizar en los II Juegos con competidores en todos los deportes convocados.
Aunque tampoco esta vez pudo concursar el béisbol, ya que se mantenían las condiciones del año anterior (1954) en ocasión de los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe, en la propia capital mexicana, cuando la Federación cubana no autorizó la presencia de este deporte. Por tanto nuestra pequeña Isla no pudo defender su título tan dignamente obtenido en Buenos Aires 1951.
En estos Juegos, Estados Unidos subió al primer peldaño del medallero, desplazando a Argentina. Los norteños arrasaron en varias disciplinas, como fue el caso de la gimnástica, en la que se llevaron todas las doradas en el masculino, pues en el femenino aún no se competía. Aquí los cubanos consiguieron dos de plata, una en el all around por equipos, y en el caballo con arzones, por intermedio de R. Lecuona.
En esta edición Cuba solo conquistó un título, por intermedio de la velocista Berta Díaz en los 80 metros con vallas en el atletismo y descendió al noveno lugar, con solo 11 medallas (1-6-4).
Detrás de Estados Unidos, 172 (79-57-36) se ubicaron, de los puestos del dos al ocho: Argentina, 68 (26-27-15); México, 56 (15-11-30); Canadá, 13 (4-4-5); Chile, 25 (3-9-13); Brasil, 20 (14-4-2); Venezuela, 17 (2-4-11), y Colombia (2-3-1).
CHICAGO-1959
Cuba concurrió a los II Juegos con una amplia comitiva de 143 atletas para lidiar en 16 deportes: atletismo (12), boxeo (5), béisbol (18), baloncesto (12), ciclismo (7), fútbol (17), gimnástica (6), pesas (2), lucha (4), natación (12), remos (8), tenis (3), tiro (10), voleibol (12), datismo (5) y esgrima (10).
Su actuación fue muy parecida a la lograda en los II Juegos. Ahora se alcanzaron dos medallas de oro, una en pesas, que fue al pecho de Juan Torres, y la otra para la destacadísima Berta Díaz, en los 80 con vallas.
Igualmente engrosaron el medallero cuatro de plata, en espada por equipos; yatismo, en snipe y en la categoría estrella; y en tiro, por la buena puntería de Tomás Cibain (pistola libre individual).
Estados Unidos, que ratificó su hegemonía al contar sin discusión con los mejores deportistas del continente, y aprovechar muy bien su condición de país sede, encabezó ampliamente el medallero con un total de 221 preseas: 117 de oro, 62 de plata y 42 de bronce, escoltado por Argentina (8-19-14); Brasil (8-8-7); Canadá (5-17-20); México (5-8-11), Chile (5-1-16), y Cuba (2-4-4), que mejoró dos casillas respecto a la confrontación anterior.
SAO PAULO-1963
Siete fueron los deportes en los que tomaron parte atletas cubanos en estos Juegos: atletismo (15 atletas), esgrima (6), tiro (3), lucha (2), béisbol (18), gimnástica (12) y boxeo (8), para un total de 64 deportistas, 15 mujeres y 49 hombres).
La mayor cifra de los escogidos eran valores nuevos, algunos con la experiencia de los Centroamericanos de Jamaica-1962, como la esgrimista Mireya Rodríguez. Otros, como los integrantes del equipo de béisbol, no habían asistido a los Panamericanos anteriores, con las únicas excepciones de Pedro Chávez (primera base) y Urbano González (jugador de cuadro).
En esta oportunidad Cuba conquistó su primer título, precisamente por intermedio de la estelar Mireya Rodríguez, en la esgrima, y pocas horas después Enrique Figuerola cruzó primero la raya de sentencia en el hectómetro del atletismo, y se convirtió así en el humano más veloz del continente americano.
El béisbol, nuestro deporte nacional, arrancó bien arriba, al agenciarse sus primeros éxitos en la vuelta inicial, incluidas victoria convincente de 13x1 sobre Estados Unidos. Finalmente, a la hora de la verdad, triunfaron nuevamente ante los norteamericanos 3x1, con Modesto Verdura en el box, lo que les posibilitó recuperar la corona panamericana.
Los puños de Roberto Caminero (Chocolatico) dieron la cuarta de oro a Cuba tras una magnífica demostración ante el local Joao Enrique da Silva, en los 60 kilogramos, lo que permitió a la comitiva de la Isla encaramarse hasta la quinta posición en el cómputo general por naciones, con 14 medallas (4-6-4), solo superada por Estados Unidos, 194 (105-51-38); Brasil, 51 (12-21-18); Canadá, 60 (11-26-23), y Argentina, 41 (8-15-18).
WINNIPEG-1967
Un total de 19 disciplinas fueron convocadas en Winnipeg-1967. En el deporte rey, en la rama masculina, se disputaron 24 metales dorados, 22 de los cuales fueron a los pechos de atletas de Estados Unidos y dos a los de Canadá, mientras Cuba se agenció dos de plata, una en el relevo de 4x100 y la otra en el lanzamiento del martillo, por intermedio de Enrique Samuells.
En el femenino pasó algo parecido. Solo las cubanas Irene Martínez, en salto largo, y el relevo de 4x100, conjuntamente con la balista canadiense Nancy MacCredie pudieron arrancarles tres de oro a las estadounidenses.
Los otros medallistas dorados por Cuba resultaron los gimnastas Jorge Rodríguez (salto al caballo), Héctor Ramírez (ejercicios a manos libres); el pesista Pastor Rodríguez, y los boxeadores Enrique Regüeiferos (60kg), Andrés Molina (67) y Rolando Garbey (71), por lo que nuestro país se mantuvo quinto en el medallero general con 48 metales (8-14-26).
Resultó esta, sin dudas, una buena actuación, no obstante haber cedido el lugar de privilegio en el béisbol.
Estados Unidos mantuvo cómodamente el liderazgo de estos Juegos, al ganar 220 preseas (120-62-38), bien distante de Canadá, 92 (12-37-43); Brasil, 26 (11-10-5), y Argentina, 34 (9-14-11), ocupantes de los puestos del uno al cuatro, en ese orden. (CONTINUARÁ)
(Fuentes: Un siglo de deporte olímpico, Cuba y América Latina, de Fabio Ruiz Vinageras, y Archivo del autor)
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