2012/07/23

No por ganar en Holanda se sanó la herida


Por RAFAEL ROFES PEREZ

Para los amantes y seguidores del equipo cubano de pelota, ganador del título en la 26 Semana Beisbolera de Haarlem, este palmarés constituyó temporal “analgésico” que mitigó un tanto el dolor provocado por los constantes descalabros de dicha selección en la arena internacional.

Pero fue solamente eso, una victoria que no dejó de ser agónica y mucho menos salvadora  y “milagrosa” como para poder sanar la grave herida del béisbol en la Isla.  Si antes resultaba sorpresivo perder, porque se triunfaba de manera holgada y convincente, ahora sucede todo lo contrario, pues ceder en cualquier certamen y con cualquier equipo se hace más fácil y probable. ¿Quién lo iba a creer?   

El solo hecho de tener que esperar 14 años para volver a triunfar en esa justa muestra a las claras la gravedad del asunto, más cuando es de conocimiento público que la mayoría de los conjuntos que asisten regularmente a esa cita dejan bastante que desear en cuanto a calidad, y esta versión del 2012 no fue la excepción, mientras nuestro equipo nacional se presentó en el terreno con sus principales figuras.

Como cubano, he deseado toda mi vida el éxito de nuestros hermanos peloteros en cualquier certamen, en cualquier parte del mundo, ayer, hoy y siempre. Para mí lo más importante es verlos triunfar, porque esos triunfos los considero como míos. No importa sean jugadores de allá o de acá o que iclusive hayan nacido en Estados Unidos y jueguen en las Grandes Ligas. Lo importante es nuestra identidad, más allá de la política y criterios de algunos. Lo he dicho en repetidas ocasiones.

Sobre este tema y la participacón de Cuba en el torneo holandés, decidí buscar opiniones y valoraciones de tres compatriotas bien ligados a este deporte desde distintas “posiciones”  y por demás amplios conocedores, quienes accedieron gustosos a compartir con los lectores de mi Pasaje. 

Me refiero a Rafael Gómez Mena, destacado lanzador de los equipos de Industriales y Metropolitanos en las series nacionales de la década del 80 y principios de los 90; Pablo López, ex árbitro de la pelota cubana y hoy miembro de la USA Umpire Association, quien le ha trabajado en juegos de Spring Trainning a los Mellizos de Minnesota, Miami Marlins, Red Sox, Tigres de Detroit, entre otros, y el colega Fernando Vilá, reconocido y prestigioso periodista deportivo del sur de la Florida.

Según Gómez Mena, el béisbol cubano va en picada y ya eso no hay quien lo pare. “Estamos atrasados en cuanto a desarrollo porque nuestros jugadores no se miden con otros de mejor nivel, y eso estanca. Tenemos el talento pero no el techo adecuado”,  dijo.

 “La mayoría de los países tienen hoy un gran adelanto beisbolero, sus jugadores lo hacen en lides de gran prestigio y por ende se desarrollan mucho más rápido y en muchas naciones se están creando academias profesionales de las distintas organizaciones y los toman desde jovencitos”, agregó.

Alegó  que cuando nosotros les dábamos palos a todo el mundo, ellos se estaban preparando para el futuro y que la mayoría de los países iban a los torneos con sus peloteros viejos, quienes prácticamente no tenían ya nada que hacer.

“Mientras se mantenga el sistema imperante en Cuba, seguiremos así en caída. Y ni aunque vayan a la Serie del Caribe van a resolver el problema, porque esa justa es de solo cuatro o cinco juegos y asisten conjuntos reforzados que no son selecciones”.

“No quiero ser pesimista y mucho menos desearle el mal al equipo cubano, pero me parece que cada vez serán má pobres los resultados y no me sorprendería que nuestra novena no pase de la primera ronda clasificatoria en el venidero Clásico Mundial. Pasamos mucho trabajo para ganar un juego, y eso ya está sucediendo en todos los niveles y categorías”, sentenció finalmente.

Por su parte Pablo López considera que la ilógica masividad de la actual Serie Nacional frena el desarrollo de aquella pelota, porque es irrisorio ver cómo gran cantidad de jugadores batean por encima de 300 y eso no se ve en ninguna parte del mundo.

“La preparación en las categorías inferiores es pésima, no se hace un buen trabajo con los muchachos en las Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE) y llegan a los juveniles y al campeonato de mayores con serios problemas técnicos. Su pensamiento táctico es muy deficiente”, comentó este árbitro cubano, de quien por cierto me han llegado magníficas referencias respecto a la labor que realiza.

Acostumbrado a ver jugar a talentosos jovencitos en Estados Unidos, se sorprende al ver la calidad que estos poseen. ”Eso no sucede hoy en nuestro país –dice-. El área de pitcheo en Cuba está en crisis total, y considero que las series nacionales deben realizarse con solo seis conjuntos que agrupen a los de mayor calidad. Quizás así las cosas mejoren un poco, pero verdaderamente será bien difícil”, senaló.

El colega Fernando Vilá es del criterio que la pelota de la Isla podrá copar los planos estelares cuando haya un cambio de sistema total en el país. “Solo así podríamos colocarnos al nivel que teníamos en los 60 y 70”.

“El pelotero tiene que jugar libremente y encontrar su nicho por pura calidad. Hoy el segundo catcher de Villa Clara no puede jugar desde que Ariel Pestano debutó, y eso en una pelota libre no pasa. 

La pelota que llaman de base en Cuba es una pudrición,existen coaches sin conocimientos que les quitan  el chance a muchos muchachos porque no son políticos o porque simplemente caen mal, como le sucedió en su momento a Yunel Escobar”, apuntó.

 “El beisbol cubano actual –dijo- esta en el peor momento de su historia. Es ilógico  ver cómo ni se pueden hacer cambios de jugadores entre equipos y han frustrado a cientos de peloteros en estos 50 años, situación que no pasa en una pelota libre, donde se cambia de team si hay calidad. Podría darte decenas de razones que han provocado la total decadencia de ese béisbol”. 

“Va a demorar mucho tiempo para poder recuperar esa pelota que han puesto en tan malas condiciones. La calidad en la categoría juvenil se acabó a mediados de los 90 y te digo que si se hace una selección de los mejores 100 jugadores de series nacionales, no pasan de 10  los que hayan debutado después de 1995”.

Y analizando los peloteros que defendieron el campo en el certamen de Haarlem, Frederich Cepeda es el único que podría jugar con una selección Cuba de 1980. El tercera base que jugó no tiene la calidad ni de Gabriel Pierre, ni de Lázaro Vargas y mucho menos la de Omar Linares”.

Referente a la posible actuación de Cuba en el III Clásico Mundial, Vilá apuntó: “Hay que ver el Grupo en que caen y cómo van los demás. Pero te puedo asegurar que este equipo Cuba no pasaría de primera ronda en ninguno de los dos grupos clasificatorios de los dos eventos anteriores”.

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