Por RAFAEL ROFES PEREZ
Cada temporada de Grandes Ligas se convierte en pródiga para
los nuevos valores que en su condición de novatos llegan a esta pelota a probar suerte y fortuna. Pero cada uno de
estos prospectos ya trae sus
credenciales bien ganadas en otras ligas
o certámenes, cualidades que como todos sabemos, requieren de tiempo y dedicación
sobre el terreno.
Se ha comentado mucho acerca de las actuaciones de Maike
Trout y del mismísimo Yoenis Céspedes, a los que dedicaré algunas líneas en próximos trabajos. Sin
embargo, hoy quiero hacer referencia a
Yasmani Grandal, un joven receptor de 24 años de edad que debutó por todo lo
alto en esta temporada con los Padres de San Diego.
El muchacho nacido en La Habana supo aprovechar muy bien las
oportunidades que le entregó su mentor Bud
Black, independientemente de que en ese conjunto también visten los arreos otros dos enmascarados
con sobrada experiencia, como Nicholas
John Hundley y John Baker.
Los tres tuvieron casi las mismas comparecencias al
rectágulo de bateo, 192 el nuestro y 193
y 204 Baker y Hundley, respectivamente, pero el cubano fue mucho más productivo
con el madero, al promediar para 297,
por solo 238 y 157 sus compañeros de la receptoría.
Yasmani ligó un total de 57 indiscutibles, de ellos siete
dobles, un triple y ocho cuadrangulares, remolcó 36 carreras, recibió 31 bases
por bolas, se ponchó en 39 oportunidades y su slugging fue de 469.
Al echarle una ojeada a los numeritos ofensivos de Baker y
Hudley, el cubano los superó en todos los aspectos, indicador que demuestra a
las claras que Yasmani no por casualidad
tuvo buenas oportunidades en su primer año, el que terminó a todo tren, pues en
los últimos diez desafíos su promedio fue de 387.
En el orden defensivo, Yasmani participó cono receptor en 55 encuentros, de ellos
52 iniciados, tomó parte en 429 lances,
con 38 asistencias, cometió cinco errores, ocho passed ball, le robaron 44
bases y capturó a 13 hombres.
Tanto Baker, Hudley como Yasmani estuvieron bastante parejos en este indicador,
en un equipo que lastimosamente perdió muchos más juegos de los que ganó
(76-86), y en el que militaron otros dos
cubanos, el primera bese Yonder Alonso, quien terminó bateando para 273 y el también
catcher Eddy Rodríguez.
Por cierto, el villaclareño Eddy debutó en las Grande con este conjunto, pero solo
actuó en dos partidos y en cinco turnos al bate su único hit fue un cuadrangular.
Para Yasmani nuestra felicitación y el reconocimiento de
todos los cubanos y amantes del béisbol.
Y no creo equivocarme si afirmo que estamos en presencia de
un receptor de un gran futuro que podría
codearse con los mejores en un futuro no muy lejano. Por eso reafirmo que tendrá una temporada mucho más
exitosa en el 2013.
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